Este artículo se publicó hace 16 años.
Las bolsas se tambalean y obligan a actuar a EEUU para evitar la recesión
Las bolsas internacionales pagaron esta semana los platos rotos de los malos augurios que predicen una recesión en Estados Unidos, cuyas autoridades decidieron reavivar su alicaída economía con medidas para estimularla, traducidas en un fuerte recorte en los tipos de interés y ventajas fiscales.
El 21 de enero se convirtió en un nuevo "lunes negro" en los mercados internacionales, que registraron pérdidas superiores al 5 por ciento sin mirar a Wall Street, que no cotizó por ser festivo en EEUU.
Las bolsas asiáticas reaccionaron con el desplome al plan fiscal anunciado el pasado 18 de enero por el presidente estadounidense, George W. Bush, y así Tokio cedía el 3,86%, afectada también por la caída de las empresas exportadoras, materias primas y el sector financiero, mientras que Hong Kong bajaba el 5,49% y Bombay el 7,4%,
El descalabro siguió en las plazas europeas: el Ibex-35 español lideró las pérdidas con el tercer mayor descenso de su historia (7,54%), seguido de Fráncfort (7,16%) y París (6,83%), con las aseguradoras, las empresas de materias primas y servicios públicos en la picota, con caídas en torno al 8%.
El contagio alcanzó a las bolsas de Latinoamérica, que reaccionaron con miedo a la posibilidad de que un descenso de la actividad en EEUU y en el resto del mundo afecte a las compañías extractoras y transformadoras de materias primas, y así Sao Paulo cedió el 6,6%, Buenos Aires el 6,27% y México el 5,35%.
El director del Fondo Monetario Internacional (FMI), Dominique Strauss-Kahn, consideró que la fuerte caída bursátil "traduce la toma de conciencia por todo el mundo de que la situación es seria" y confirmó que "las Bolsas no han apreciado" las propuestas de Bush.
La reacción de EEUU para amortiguar el golpe a los mercados fue una reducción extraordinaria de la Reserva Federal de los tipos de interés un 0,75% (fijados en el 3,5%), y un acuerdo fiscal entre la Casa Blanca y el Congreso para animar el bolsillo del contribuyente.
El recorte de los tipos, el más drástico de las dos últimas décadas, dejó en positivo a la mayoría de las bolsas mundiales, aunque Wall Street cerró en números rojos, debido a resultados empresariales poco alentadores.
El jueves, la Casa Blanca y el Congreso consensuaron el plan de estímulo económico que se pondrá en marcha para evitar la recesión, y que permitirá devolver a cada contribuyente entre 600 y 1.200 dólares de sus impuestos y las empresas podrán deducir el 50% de las inversiones en equipos.
Bush propuso el plan, por un valor de unos 150.000 millones de dólares o un 1 por ciento del PIB, como una forma de reactivar el consumo y la inversión, y alejar el fantasma de una recesión que está en boca de los expertos.
El acuerdo animó a las bolsas, que, impulsadas también por buenos datos macroeconómicos y empresariales, cerraron con fuertes subidas el jueves y recuperaron parte del terreno perdido el "lunes negro".
Durante esa jornada se publicaron noticias buenas y malas, desde el crecimiento del 11,4% de la economía china, hasta resultados empresariales en Europa y EEUU, así como la primera caída de precios en las viviendas estadounidenses de segunda mano desde que se tienen datos.
La subida de los mercados fue generalizada, y en Europa fue Madrid (+6,95%) el que lideró las ganancias, seguido de París (6,04%) y Fráncfort (5,93%), pero Wall Street fue la plaza entre las grandes que menos subió, al registrar un incremento del 0,88%.
Latinoamérica también cerró con importantes alzas, sobre todo en Sao Paulo (5,95%) y Santiago (5,8%).
El FMI contribuyó a calmar los ánimos y pronosticó que EEUU no caerá en recesión, debido al alto nivel de beneficios de las empresas y las medidas de estímulo monetario y fiscal anunciadas.
El comisario europeo de Asuntos Económicos y Monetarios, Joaquín Almunia, afirmó en la ciudad suiza de Davos, en el Foro Económico Mundial, que la Comisión Europea va a revisar a la baja unas décimas sus pronósticos de crecimiento para la zona del euro y la Unión Europea en 2008 por las turbulencias financieras que "afectan a la economía real y al crecimiento económico".
El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean-Claude Trichet, hizo hincapié en Davos en la existencia de presiones inflacionistas en la zona del euro, lo que significa que la entidad no está dispuesta a bajar los tipos de interés del 4% actual.
Para completar el panorama, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) reveló en un informe que los desempleados en el mundo aumentarán en 5 millones este año hasta totalizar los 190 millones, una cifra que podría subir si la crisis hipotecaria en EEUU se agudiza y el precio del petróleo se mantiene al alza.
Mientras, el banco francés Société Générale anunció que ha sido víctima de "un fraude excepcional" de uno de sus empleados, que le va a costar 4.900 millones de euros, a lo que se suma una depreciación de activos de 2.050 millones en las cuentas del cuarto trimestre de 2007 por la crisis hipotecaria estadounidense.
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