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BP tropieza en un nuevo intento de frenar el vertido

Reuters

La petrolera BP tropezó el miércoles en un intento más por contener la fuga de crudo de uno de sus pozos en el golfo de México, mientras sus acciones se estabilizaban y parte del enorme vertido amenazaba a Florida.

El más reciente plan de la empresa británica es extraer parte del crudo con robots submarinos, cortando lo que queda de la tubería ascendente averiada del pozo, para luego colocar una cúpula de contención sobre su salida y bombear el petróleo a la superficie.

La sierra de diamante utilizada para cortar el conducto se atascó y BP tuvo que liberarla usando robots en el fondo marino, una difícil tarea a una milla (1,6 kilómetros) de profundidad.

almirante Thad Allen de la Guardia Costera, a cargo de la respuesta de Estados Unidos al desastre.

Bolas de alquitrán y otros restos de la enorme y fragmentada marea negra alcanzaron Islan Dauphin de Alabama, partes del Misisipi y estaban a menos de 16 kilómetros de las cosas de Panhandle, al noreste de Florida.

El turismo y la industria de alimentación marina, claves para esa zona, estaban en riesgo ante el mayor vertido en la historia de Estados Unidos.

Florida, con el verano encima, está redoblando esfuerzos y preparándose para desplegar más barreras de contención y preparando trabajos de limpieza costera. Las autoridades prevén que la marea negra tocaría tierra en ese estado el viernes.

RAYO DE ESPERANZA

El último plan de BP para tapar la fuga, después de la fallida maniobra "top kill", es una esperanza antes de agosto, cuando espera tener listos los dos pozos de alivio que está perforando. Este último intento aumentaría el flujo de petróleo, al menos temporalmente, antes de que la fuga pueda ser contenida.

El presidente Barack Obama, quien afronta uno de los mayores desafíos de su mandato, está bajo una presión creciente para detener el desastre.

En un discurso cuyo contenido fue adelantado, Obama expondrá que es tiempo de que Estados Unidos mire hacia un futuro de energía limpia ante los riesgos inherentes a la perforación petrolera.

"La catástrofe que se cierne sobre el Golfo ahora puede ser resultado de un error humano, o de las corporaciones tomando peligrosos atajos que comprometieron la seguridad", dirá Obama, según anticipó la Casa Blanca.

BP, que afronta una investigación criminal, ha perdido un tercio de su valor de mercado, ó unos 67.000 millones de dólares (casi 55.000 millones de euros), desde el 20 de abril, cuando explotó la plataforma que perforaba uno de sus pozos matando a 11 personas y provocando el enorme derrame.

BP intentará estabilizar el precio de sus acciones tranquilizando a los inversores, asegurándoles que los costes de limpieza del derrame son manejables y no afectarán a los dividendos, según la prensa británica.

El consejero delegado de BP, Tony Hayward, dijo al Financial Times que creía que la industria podría reformarse a sí misma para justificar la continuidad de la perforación en áreas difíciles.

CONTENCION

La cúpula de contención, construida con una junta en el fondo para ajustarse encima de la fuga y dejar fuera el agua marina, fue diseñada para capturar una gran porción del crudo y canalizarlo a través de una manguera a una embarcación en la superficie.

BP debe hacer dos cortes en el ducto ascendente del pozo, con el segundo clave para garantizar que consiga un sello limpio entre el tubo y la cúpula.

La tapa también está equipada con válvulas para permitir a los operadores inyectar metanol o agua caliente, lo que evitaría la concentración de los hidratos de gas natural que hicieron fracasar un intento anterior.

Pero cortar el extremo de la tubería dañada podría aumentar el flujo de crudo en un 20 por ciento hasta que la cúpula sea instalada. Allen dijo que podrían pasar 72 horas para que el mecanismo comience a funcionar.

Hasta 19.000 barriles (tres millones de litros) de petróleo al día se han derramado en el golfo desde la explosión del 20 de abril que hundió la plataforma Deepwater Horizon.

La mancha de crudo en el golfo de México ha superado al desastre del Exxon Valdez en las aguas de Alaska en 1989 como el peor derrame de petróleo en Estados Unidos.

Mientras los equipos de limpieza han atacado la mancha con disolventes, dispersantes y quemas controladas, los equipos de protección costera han empleado barreras flotantes y bolsas de arena para contener la mancha petrolera. Científicos y residentes locales están principalmente preocupados por el ingreso de petróleo en pantanos y marismas donde existe una rica vida marina.

La propagación de la marea negra coincide con el inicio oficial de la temporada de huracanes en el Atlántico, y los pronósticos indican que este verano podría ser el más activo desde 2005, cuando los huracanes Katrina y Rita asolaron la costa del Golfo.

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