La selección de fútbol de Brasil se aseguró un lugar en el Mundial de 2010 en Sudáfrica al vencer el sábado por 3-1 a Argentina en la decimoquinta jornada de la eliminatoria sudamericana.

Los goles de Brasil los marcó el defensa Luisao en el minuto 24 y Luis Fabiano en el 31 y el 67.

El punto argentino lo marcó el centrocampista Jesús Dátolo en el minuto 64.

Kaká y Luis Fabiano recibieron la segunda tarjeta amarilla y no podrán jugar el partido de la próxima semana contra Chile.

A tres jornadas de finalizar la eliminatoria, Brasil alcanzó la línea de los 30 puntos en primer lugar y se aseguró su pase al Mundial del próximo año.

Argentina, que de cinco partidos disputados bajo la tutela del entrenador Diego Maradona ha perdido tres, uno con una humillante goleada por 6-1 ante Bolivia en La Paz, se sitúa con 22 puntos en el cuarto lugar y podría quedar en zona de riesgo si la próxima semana no vence a Paraguay en Asunción.

El partido, dirigido por el árbitro colombiano Óscar Ruiz, se disputó en el estadio Lisandro De la Torre en Rosario Central ante 42.000 espectadores.

Las declaraciones previas de Argentina prometiendo arrinconar a Brasil contra su portería duraron apenas los dos primeros minutos del partido.

Al comienzo, las mejores cartas que mostró Argentina fueron la claridad del centrocampista Juan Sebastián Verón, la velocidad y la habilidad de Lionel Messi, la destreza y picardía de Carlos Tevez y las sorprendentes subidas de Maximiliano Rodríguez por la derecha y de Jesús Dátolo por la izquierda para intentar lastimar a su encumbrado rival.

Verón, que apareció con todas las luces y desapareció cuando Brasil pasó a ganar, terminó el partido tratando de ordenar un equipo que descontrolado y sólo dependió de los arrestos individuales y sin terminación de Messi y las tibias subidas que intentó el defensa Gabriel Heinze.

La primera acción de riesgo la provocó Verón, cuando cedió para Rodríguez y el centro rasante del centrocampista puso en buena posición de marcar a Tevez antes de que su remate fuera enviado afuera por Luisao.

La presión argentina, que en esos primeros minutos recibió el aliento de sus aficionados, fue mermando paso a paso y Brasil, sin apuro pero con certeza, intentó acercarse a la meta con Luis Fabiano como único punta.

LLEGA BRASIL

La primera llegada de Brasil fue con un tiro de esquina realizado por Elano que no tuvo consecuencias para la portería argentina.

El centro fue rechazado por la defensa argentina, en el segundo intento Elano remató y el portero Mariano Andújar detuvo el balón sin problemas.

En el minuto 12 llegó el primer remate a portería de Messi con un pase con la izquierda desde fuera del área que pasó muy por encima del travesaño.

Tres minutos más tarde, un tiro libre realizado por Messi pegó en la barrera y la defensa visitante volvió a abortar otro envío del delantero del Barcelona, que eligió en todo momento la jugada individual sin asociarse con sus compañeros Tevez o Verón.

Brasil abrió el marcador en su primer ataque serio en el minuto 24 con un cabezazo de Luisao tras un preciso tiro libre realizado por Elano.

El gol enmudeció el estadio y los jugadores locales entraron en la desesperación traducida en imprecisión de pases y falta de ideas para romper una defensa brasileña escalonada que aprovechó su mayor fuerza física.

En el 31, Brasil consiguió su segundo gol después de una serie de rebotes en el área que encontró a Luis Fabiano solo para convertir con todo el arco a su disposición.

Los goles y la presión atentaron contra los jugadores argentinos que ya no contaron con los pases sutiles de Verón y sólo Messi, con sus intentos de remate, y la fuerza de Tevez pudieron provocar la recuperación.

En el tiempo extra, Maradona, que siguió el partido parado detrás de la línea, hizo entrar a su yerno Sergio Agüero para intentar darle un giro al marcador.

Pero Argentina siguió equivocándose y lanzando tiros largos y altos generalmente despejados por los altos defensa brasileños.

En el minuto 64, una jugada individual de Dátolo por izquierda terminó con el descuento del centrocampista que remató de zurda al ángulo izquierdo de Julio César.

La alegría duró apenas tres minutos, hasta que Kaká, que mantuvo un duelo aparte con Verón, y su asociación con Robinho y Elano, fueron suficientes para lograr el tercer gol de Luis Fabiano.