Brown pide a la UE medidas contra los altos precios del crudo y los alimentos

El primer ministro británico, el laborista Gordon Brown, pidió hoy una "estrategia coordinada" de los países de la Unión Europea (UE) para afrontar el actual encarecimiento del petróleo y los alimentos.

"Es esencial que tomemos más medidas juntos para reducir la presión que ejercen los elevados precios del petróleo y los alimentos en las familias del Reino Unido y de la Unión Europea", dijo Brown tras reunirse con el presidente de la Comisión Europea (CE), José Manuel Barroso, en su oficina del 10 de Downing Street.

"Esta es una agenda ambiciosa para Europa", subrayó el jefe del Gobierno británico, que se entrevistó con Barroso dentro de los preparativos de la próxima reunión del Consejo Europeo que se celebrará los próximos 19 y 20 de junio en Bruselas.

Brown quiere que la cumbre de los líderes de los Veintisiete aborde esa "agenda", ya que se trata de "desafíos internacionales que requieren soluciones internacionales".

Sobre la escalada del crudo, el mandatario británico cree que la UE debe esforzarse más para hacer realidad su compromiso con el impulso de la eficiencia energética y el recorte de su dependencia del petróleo.

"Esto interesa mucho a Europa, pues no sólo nos ayuda a atajar el cambio climático y garantizar la seguridad energética, sino que reduce la factura energética de los hogares y la industria", indicó el líder laborista.

"Ese proceso debe ser parte de un diálogo entre los productores de petróleo y los consumidores", insistió Brown, al adelantar que buscará un "liderazgo europeo para el desarrollo de un nuevo diálogo a nivel internacional entre productores y consumidores de crudo".

Respecto a la carestía de los alimentos, el primer ministro propuso como solución un paquete de medidas, como estimular una mayor competencia en los mercados europeos y adoptar "decisiones difíciles" para reformar la Política Agrícola Común (PAC).

Brown abogó también por incrementar la inversión en investigación y producción agrícola en los países más pobres y por examinar el impacto de los biocarburantes en el cultivo de alimentos y su efecto en el plan de la UE para potenciar el uso de esos combustibles.