Bruselas avisa de que el euro tiene por delante "diez días críticos"

Todos los ojos están puestos en la cumbre del día 9, en Bruselas, en la que se espera que los 27 líderes de la Unión Europea tomen decisiones para el rediseño del club comunitario y para el refuerzo de la integración entre los países que forman parte del euro. Para muchos expertos y analistas, e incluso para los mercados, los acuerdos y los mensajes de la cumbre deberían ser la solución casi definitiva que ayude a frenar la especulación y marque el camino de salida para la crisis en la eurozona. Desde la Comisión Europea se subrayó ayer la importancia y la trascendencia de los próximos días: "Entramos ahora en el periodo crítico de diez días para completar y concluir la respuesta de la UE a la crisis", dijo el comisario de Asuntos Económicos, Olli Rehn.

El comisario apunto que los socios europeos deben trabajar en dos frentes para garantizar que existan cortafuegos suficientes y creíbles para frenar las turbulencias en los mercados y para reforzar más la gobernanza económica partiendo de la reforma que entrará en vigor a mediados de diciembre y que incluye sanciones a los países que incumplan los objetivos de déficit y de deuda y registren graves desequilibrios macroeconómicos. Por la tarde, en un debate en el Parlamento Europeo, Rehn señaló que la zona euro o bien se somete a una integración mucho más profunda o poco a poco se desintegrará.

El comisario Rehn dice que la eurozona debe ir hacia una integración profunda

El presidente del Consejo, Herman van Rompuy, y el de la Comisión, José Manuel Durão Barroso, presentarán el día 9 a los líderes de la UE sus propuestas de reforma, para abrir un debate que se debería rematar en la siguiente cumbre europea, de marzo. Alemania y Francia presentarán previsiblemente una alternativa encaminada, sobre todo, a reforzar la integración fiscal de lo miembros de la zona del euro, que tendría la forma de tratado. En este marco, podrían entrar algunas de las soluciones que demandan muchas voces para aplacar la especulación y las tensiones sobre el euro, como un papel más activo por parte del BCE, y la puesta en marcha de los llamados eurobonos, o bonos de solidaridad, como los llama Durão Barroso.

Sobre este asunto comenzaron ayer a hablar los ministros de Finanzas de la UE, a pesar de que la presidencia polaca había pedido dejar para otro momento el debate en torno a los eurobonos. El fuego lo abrió el ministro sueco, Anders Borg, quien expresó su oposición porque "aumentaría el endeudamiento y reduciría la disciplina del mercado y la presión para hacer reformas". La vicepresidenta económica en funciones, Elena Salgado, respondió al ministro sueco, subrayando su postura favorable. "Ha habido una opinión contra los eurobonos, así que, para que quede constancia, tiene que haber una opinión a favor", dijo. También se mostraron partidarios el ministro belga, Didier Reynders ("si queremos hacer progresos en integración fiscal, será necesario discutir sobre los bonos de estabilidad", señaló), y el italiano Mario Monti, quien pidió un debate "con una mente abierta".

El Ecofin acuerda reglas comunes para avalar a la banca de forma coordinada

El Consejo de Ministros de Finanzas, además, aprobó un sistema de avales nacionales coordinados y con reglas comunes para las emisiones de deuda de la banca, y han descartado, por la oposición alemana, un aval conjunto y solidario europeo, por lo que cada país tendrá que asumir las eventuales pérdidas de sus entidades. El sistema acordado es similar al que se ha venido utilizando desde la quiebra de Lehman Brothers en 2008. Hoy, la Comisión Europea tiene previsto extender por un año más las normas que se pusieron en marcha entonces para permitir el apoyo de los gobiernos a sus entidades financieras.

De otro lado, el Ecofin apoyó el nombramiento del francés Benoit Coeure como nuevo miembro del Comité Ejecutivo del BCE, y eligió al alemán Werner Hoyer como presidente del Banco Europeo de Inversiones, frente a la candidatura de Magdalena Álvarez.