Este artículo se publicó hace 15 años.
Cabrera quiere que pasar de curso con suspensos sea legal
Educación asume su error en el decreto del Bachillerato
Daniel Bernabé
El Gobierno asume que el decreto que permitía a un alumno matricularse de asignaturas sueltas de segundo de Bachillerato pese a repetir parte de primero contradice la LOE (Ley Orgánica de Educación) y, por tanto, es erróneo. Tras asumir su error, denunciado el pasado martes por una sentencia del Tribunal Supremo, el Ministerio de Educación trabaja ahora para buscar otra fórmula que le permita seguir con la misma idea sin que pueda considerarse ilegal.
La ministra de Educación, Mercedes Cabrera, justificó ayer el valor del decreto anulado porque pretendía "la permanencia de los jóvenes en el sistema educativo".
La tasa de alumnos que abandonan los estudios después de completar sólo la enseñanza secundaria alcanza en España el 30%, el doble que la tasa del resto de Europa.
El portavoz de Educación del PP en el Congreso de los Diputados, José Antonio Gómez Trinidad, ensalzó el varapalo judicial a la medida del Gobierno y calificó al bachillerato español como el más "descafeinado de Europa". La ministra lamentó las críticas de la oposición porque la reforma del Bachillerato "trata de salir del paso para que los jóvenes continúen sus estudios".
La sentencia del Supremo rechaza que un alumno que repita tres o cuatro asignaturas suspendidas de primero de bachillerato curse además dos o tres materias que elija del curso siguiente. En opinión de los jueces, esa opción vulnera los principios que la LOE establece para promocionar curso. La opción aprobada por el Gobierno iba a aplicarse durante el próximo curso académico.
Bachillerato flexible
La decisión del Supremo ha reabierto el debate planteado cuando Educación presentó su propuesta. Las comunidades autónomas que se postularon a favor reafirmaron ayer su apoyo a un bachillerato "flexible". Los que denunciaron el decreto, FERE-CECA (Federación Española de Religiosos de Enseñanza-Titulares de Centros Católicos) insisten en que esa opción provocaba un caos organizativo "inasumible" para los centros de enseñanza.
El conseller de Educación de la Generalitat de Catalunya, Ernest Maragall, criticó a los denunciantes. "No me parece sensato que por la posición legítima de la complejidad organizativa del bachillerato se renuncie a las necesidades del sistema", comentaba ayer el conseller.
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