Este artículo se publicó hace 17 años.
Calma tensa, ausencia policial e intento de reedificación en la vivienda derribada en la Cañada Real
Una calma tensa, con ausencia de efectivos policiales y recogida de dinero para adquirir materiales y volver a edificar la vivienda derribada el pasado jueves, es lo que se vive hoy en el poblado madrileño de la Cañada Real, según distintos portavoces de voluntarios y ONG que ayudan a las familias que allí se asientan.
Estos portavoces señalaron a Efe que la gente no olvida lo ocurrido el pasado jueves, la batalla campal vivida en la zona que habitan los marroquíes por el derribo de una casa y que terminó con más de 20 heridos y 9 detenidos.
Algunos de esos voluntarios, los que se dedican al sector en el que se asientan los rumanos, decidieron hoy llevar a 43 niños, de los que 39 son rumanos, al Parque de Atracciones para que olviden lo sucedido.
Explicaron que hoy todo está tranquilo y que no hay presencia policial, aunque la gente teme que llegue el lunes y pueda levantarse la paralización, ordenada ayer por una juez, del derribo de siete chabolas.
En la parte donde se asientan los rumanos se concentraron ayer unas 200 personas para evitar otra orden de desalojo y demolición de siete casas que, finalmente, no se llevó a cabo.
"La población está nerviosa porque teme que vuelva a pasar, que vuelvan a venir las máquinas para derribar las viviendas", ha señalado una de las portavoces, quien ha añadido que los niños marroquíes preguntan en las escuelas si también van a tirar sus casas.
En la zona donde se asientan los marroquíes, "el ambiente está alterado por lo sucedido" han agregado los portavoces, que añadieron que la gente quiere volver a edificar la vivienda derribada, pero tienen miedo de que si suben las paredes "vuelva la policía".
En la zona, han precisado, hay esta mañana unas 30 personas para ayudar a la familia que perdió la vivienda y han hecho una colecta para comprar materiales y levantar la casa.
Un portavoz de la asociación de vecinos ha señalado que hubo "una violencia desproporcionada" el jueves y que por ahora no temen que haya más demoliciones, porque otros dos vecinos que pudieran estar en situación similar han recurrido, por lo que la decisión se puede demorar un año.
Ha animado a todos los que tienen algún papel que pueda demostrar la propiedad de su vivienda o el pago de recibos como la contribución o la luz a que se pongan en contacto con la asociación, donde se les facilitará asistencia jurídica.
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