Este artículo se publicó hace 14 años.
Canadá invita a seguir su modelo de libre comercio y reducción de déficit
El Gobierno canadiense, que a finales de semana será el anfitrión de las cumbres del G8 y G20, dijo hoy que sus políticas contra el proteccionismo y de reducción de déficit, que le han permitido ser el país desarrollado menos afectado por la crisis mundial, son un modelo a seguir.
El ministro de Comercio Internacional de Canadá, Peter Van Loan, declaró a Efe que "desde el punto de vista del proceso de las cumbres, y tras la aparición de la crisis económica global, uno de los aspectos más críticos ha sido la lucha contra el proteccionismo".
Van Loan añadió que el libre comercio es la solución para fortalecer la incipiente recuperación económica que se vive en muchos países y "este es el mensaje que vamos a comunicar durante la Cumbre del G20" que se celebrará el sábado y el domingo de esta semana en Toronto.
Van Loan no es el único ministro que está promocionando las políticas del Gobierno del Partido Conservador del primer ministro canadiense, Stephen Harper, como el camino a seguir por otros países.
El lunes, el ministro canadiense de Finanzas, Jim Flaherty, acudió a Washington para explicar las medidas políticas que han permitido que Canadá sea el país del G8 mejor parado económicamente.
"Hemos bajado impuestos, invertido en infraestructura y capacitación e impulsado el apoyo para trabajadores y familias" afirmó Flaherty.
Un documento distribuido hoy sobre el "Liderazgo Económico Mundial de Canadá" señala que el país "tenía la posición fiscal más sólida del G7 en el momento de la aparición de la recesión global, lo que permitió a Canadá responder rápida y enérgicamente para estimular la economía".
Según el Gobierno canadiense, la contracción del Producto Interior Bruto (PIB) real de Canadá durante la recesión del año pasado fue del 3,4 por ciento, la menor pérdida de todos los países del G7.
Igualmente, la recuperación económica canadiense se inició en el tercer trimestre de 2009 impulsada por la demanda doméstica que ha crecido más rápido, un 3,6 por ciento, que en ningún otro país desarrollado.
Esto ha permitido que la actividad económica del país sea en estos momentos prácticamente igual a la que existía antes del inicio de la recesión y el único país del G7 que a fecha de marzo había conseguido un aumento interanual del empleo.
En el último trimestre, la economía canadiense creció un 1,5 por ciento.
Desde julio de 2009, la cifra de empleos ha aumentado en 310.000 puestos, lo que ha permitido recuperar un 75 por ciento de los empleos que desaparecieron durante la recesión y la tasa de desempleo se sitúa en la actualidad en el 8,1 por ciento.
Todas estas cifras permiten al Gobierno canadiense presumir del rendimiento económico del país y alardear de sus políticas financieras.
"Prácticamente hemos recuperado lo perdido durante el declive económico de la recesión en un año", presumió Flaherty el pasado lunes.
Canadá también ha aprovechado las vísperas de las cumbres del G8 y del G20 para incrementar sus perspectivas de crecimiento económico para este año, que han pasado del 2,6 al 3,5 por ciento.
La sólida posición económica y fiscal de Canadá ha permitido que Ottawa se haya convertido en una de las principales voces discrepantes en el panorama internacional.
El Gobierno canadiense ha expresado su completa oposición a la imposición de un impuesto bancario tal y como proponen los países europeos.
Flaherty ha señalado que el sector financiero canadiense es especialmente estable y es un modelo que debería ser adoptado por otros países que han tenido que ayudar a sus entidades financieras.
Igualmente, en los días previos a la Cumbre del G20 Ottawa se ha enfrentado a su principal aliado y socio comercial, Estados Unidos.
Harper quiere que el G20 se concentre en reducir rápida y drásticamente los déficit públicos, lo que considera una prioridad en la actual coyuntura económica.
"Los países desarrollados tienen que lanzar un claro mensaje de que a medida que los planes de estímulo terminan deben poner orden en el terreno fiscal. Esto requiere planes creíbles de consolidación fiscal", dijo Harper en una carta enviada el pasado 17 de junio a los líderes del G20.
"Deberíamos acordar que estos planes reducirán a la mitad los déficit para 2013 y estabilizarán el peso de la deuda sobre el Producto Interior Bruto (PIB), o les pondrán en un camino descendente, para 2016. Estos objetivos deberían ser el mínimo, ya que algunos de nosotros los cumpliremos antes" añadió.
Pero al mismo tiempo, el presidente estadounidense, Barack Obama, señaló en otra carta al G20 que el énfasis se tiene que situar en reactivar la demanda para lo que es necesario mantener el gasto público aun a costa de profundizar los déficit.
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