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La cancelación de la fiesta de Vanity Fair abre las posibilidades para la celebración post-Óscar

EFE

La cancelación de la fiesta de Vanity Fair, el evento posterior a los Óscar por excelencia, abre un ramillete de posibilidades que no desaprovecharán las celebridades después de la gala del próximo domingo.

La popular publicación suspendió este año su tradicional fiesta debido al paro en solidaridad con la huelga que el gremio de guionistas de cine y televisión de Estados Unidos cumplió durante más de tres meses y esa decisión cambió por completo el panorama de la noche con más glamour del año en Hollywood.

"Han sido unos meses muy malos para mucha gente y no parecía el mejor momento para organizar una gran fiesta", señaló Beth Kseniak, portavoz de la publicación, en un comunicado a principios de febrero.

Está claro que la huelga de guionistas ha hecho mella, pues otras fiestas previas a la ceremonia del domingo, como la organizada por la revista especializada Entertainment Weekly, también han sido canceladas.

No obstante, Hollywood tiene mucho que celebrar.

El paro concluyó de forma satisfactoria para ambas partes y la Academia podrá organizar una gala con todo el lujo que se le presupone y sin la presencia de piquetes en los alrededores de la alfombra roja.

La sala Governors Ball, adjunta al Teatro Kodak, será la primera en recibir a los ganadores del Óscar y a centenares de invitados exclusivos, pero se prevé, según apunta la revista Variety, que el triunfador de la noche será Elton John y su fiesta post-Óscar número 16 para recaudar fondos contra el sida.

El evento tendrá lugar en el Pacific Design Center y el año pasado ya logró reunir a unos 600 invitados a pesar de la competición que supuso el acto de Vanity Fair.

Sin embargo, la del músico británico no será la única opción que tengan los asistentes a la ceremonia de los Óscar.

La revista Billboard, especializada en música, celebra su noveno aniversario en el hotel Beverly Hilton, al que acudirán los actores Stephen Dorff, Radha Mitchell, Esai Morales o Jane Seymour.

El evento "The Envelope, Please", organizado por "AIDS Project" de Los Ángeles, que se celebrará en el Abbey Food & Bar de West Hollywood y contará con Jennifer Love Hewitt como maestra de ceremonias, recaudará fondos también contra el sida.

La gala "Night of 100 Stars" cumplirá su decimoctavo aniversario en el hotel Beverly Hills y espera reunir a unos 60 ganadores del Óscar de previas ediciones.

Pero para abrir el apetito, los estudios de la Warner organizan una cena exclusiva para los candidatos al Óscar el viernes por la noche, a la que están ya confirmados los nombres de George Clooney, Johnny Depp o Casey Affleck.

La agencia Endeavour organiza también esa misma noche un evento íntimo previo a la gala, al que posiblemente asistan algunos de sus clientes de más renombre, como los candidatos al Óscar Paul Thomas Anderson, Julie Christie, Viggo Mortensen, Tilda Swinton o Javier Bardem.

Cuando Vanity Fair informó a principios de febrero a través de un comunicado de la decisión de no hacer su fiesta en solidaridad con los compañeros del Sindicato de Guionistas de EE.UU. (WGA), las últimas noticias ya apuntaban a una próxima resolución del conflicto.

"Después de pensarlo mucho, y en apoyo a los guionistas y todos los afectados por esta huelga, hemos decidido que este no es el año apropiado para organizar nuestra fiesta anual de los Óscar", dijo en su día la publicación.

"Queremos felicitar a todos los candidatos de esta edición y esperamos celebrar nuestro fiesta número 15 el próximo año", agregó.

Durante los últimos 14 años la fiesta de Vanity Fair, la más famosa de las organizadas en Hollywood tras la entrega de los Óscar, se ha celebrado en el local Mortons, aunque este año estaba previsto que se realizara en Craft.

El editor Graydon Carter organizó la primera de estas fiestas en 1994 y no tardó en convertirse en el evento de referencia al que acudir para los candidatos al Óscar.

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