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Cappa, a las puertas de la gesta

Vélez gana por 1-0 a Huracán y se proclama campeón del Torneo Clausura argentino

RAÚL MORÓN

La polémica la final que Vélez y Huracán disputaron en el José Amalfitani de Buenos Aires. Al equipo entrenado por Ángel Cappa le bastaba con empatar ante su rival para llevarse el Clausura. Pero al final fue Vélez el que se alzó con el triunfo, tras un encuentro que se alargó en su segunda mitad hasta el minuto 60. El gol del campeón, muy criticado por el equipo de Cappa, fue el prólogo de unos minutos finales cargados de críticas, polémicas y nada de fútbol. Ya desde el inicio el encuentro, el partido poseía todos los elementos de una verdadera final por la lucha de un título.

El verdadero partido arrancó cuando se reanudó en el minuto 19, después de que el granizo obligara a suspender el choque. Pero antes, a Huracán le dio tiempo de poner sus cartas sobre el tapete en una jugada a balón parado que acabó en gol del central Domínguez.

El tanto fue anulado por el árbitro a instancia de su auxiliar, que erró al indicar que el zaguero de Huracán se encontraba en posición ilegal al rematar.

El parón por los caprichos de la meteorología pareció inyectar más velocidad y frescura a los dos equipos, sobre todo a Huracán, que jugó sus mejores minutos. Sin embargo, Vélez, más necesitado que su rival porque el empate no le valía, puso entre las cuerdas al equipo de Cappa con un penalti señalado a favor en el minuto 25. El portero de Huracán, Monzón, rechazó el tiro de Morales y en la siguiente jugada Arano sacó desde la misma línea de gol una pelota que a punto estuvo de entrar. No se quedó impasivo El Globo y reaccionó con una doble jugada de peligro: Domínguez envió un cabezazo al larguero en otra jugada a balón parado y Defederico, haciendo gala de su electricidad y su regate, se internó en el área de Vélez para acabar disparando demasiado cruzado de la portería de Montoya.

Ya en la segunda mitad, los nervios se fueron apoderando de ambos equipos. Sobre todo de Vélez, que empezó a recurrir en exceso a los balones largos para intentar inquietar a la zaga de Huracán.

Sólo una polémica jugada a pocos minutos del final quebró el partido. El gol de Vélez, precedido de una falta al portero Monzón que se quedó tendido en el suelo, adelantó a los locales y sentenció el título. Vélez se quedó con diez tras la expulsión de Morales que vio la segunda amarilla por sacarse la camiseta en la celebración del gol y el partido volvió a sufrir un parón por las protestas entre ambos banquillos.

Huracán lo intentó, pero Cappa no pudo finalmente emular a su maestro, César Luis Menotti, el hombre que consiguió el único título de Huracán hace 36 años.

 

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