El cardenal de Turín anima a la objeción a los médicos en el caso de Eluana

El cardenal de Turín, Severino Poletto, ha animado a los médicos a que hagan objeción de conciencia si les piden que desconecten a Eluana Englaro de la sonda que la mantiene con vida.

En una entrevista publicada hoy en "La Repubblica", Poletto indica que "dejar morir de hambre a alguien que está en estado vegetativo es eutanasia y al Iglesia es contraria a la eutanasia como cualquier otra forma de negación de la vida".

Poletto, de 76 años y desde hace ocho cardenal de Turín, es un exponente más de la polémica que se ha desatado en Italia sobre la desconexión de la sonda que alimenta e hidrata a Eluana, de 38 años y en coma vegetativo desde 1992 tras un accidente de tráfico.

Para el cardenal, "la ley de Dios jamás va contra el hombre. Ir contra la ley de Dios significa ir contra el hombre. Por tanto, si la dos leyes entran en contraposición es porque la ley del hombre no es buena y se revelará así por sus propios frutos".

Monseñor Poletto cree que un católico respeta su conciencia y por tanto "existe la posibilidad de hacer objeción de conciencia cuando la aplicación de una ley contrasta con sus propios principios" e hizo referencia a las masivas objeciones de conciencia de jóvenes "muchos de los cuales no eran católicos" contra el servicio militar, a lo que la Iglesia nunca se opuso.

Preguntado sobre cuál es el límite de la objeción de conciencia para los católicos, monseñor Poletto respondió que "ninguna ley humana puede ir contra la conciencia constriñiéndola a cometer actos que se contraponen a nuestras propias convicciones".

"Esto -continuó- sirve para un médico que es llamado a practicar un aborto, como para el que es obligado a quitar la sonda a Eluana, o al farmacéutico que se niega a vender una cierta píldora".

Hace dos días, presidenta del Piamonte (norte de Italia), Mercedes Bresso, se mostró dispuesta a que en alguno de los centros sanitarios de su región se llevara a cabo la desconexión de la joven Eluana Englaro.

Se trata de la primera muestra pública de disponibilidad a la desconexión de la sonda de la joven italiana, después de que el pasado viernes la clínica "Ciudad de Udine" diera marcha atrás y anunciara que finalmente no facilitaría la muerte de Eluana, que autorizó en noviembre de 2008 el Tribunal Supremo de Italia.