Carla Bruni, esposa del presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, ha afirmado hoy que sigue siendo italiana, que no ha renunciado a esa ciudadanía, y que se considera de izquierdas pero no militante, aunque su marido piensa que no es de izquierdas, "sino mucho más compleja".

La ex modelo y cantante hizo estas declaraciones en el programa del tercer canal de la televisión pública italiana RAITRE "Che tempo che fa", que dirige Fabio Fazio.

"Antes de conocer a mi marido mi posición era más de izquierdas, aunque no he sido nunca una auténtica militante", contó Bruni, llegada expresamente hoy desde París a Milán para el programa, en el que contó también que Sarkozy, con quien se casó hace un año, jamás le ha pedido que cambie de opinión, "ni yo cambiaría".

Según Bruni, Sarkozy piensa que ella no es de izquierdas siguiendo el concepto clásico de la palabra, "sino que me considera políticamente más compleja". "Él dice -afirmó- que yo veo la parte humana y él la técnica".

Para ella, ser de izquierdas significa tener en cuenta las injusticias, aunque no las sufra.

Bruni aseguró que no se entromete en política, aunque por la noche, cuando regresa a casa Sarkozy le dice lo que piensa "como persona" de algún tema en cuestión "y ello le es útil, ya que con todos los compromisos que tiene, no tiene muchas ocasiones de estar en contacto con las personas".

Sobre su nacionalidad, Bruni afirmó que sigue siendo italiana, aunque tiene también la ciudadanía francesa por su matrimonio. Aseguró que le daría "mucha tristeza" renunciar a la italiana y que está muy contenta con serlo.