Este artículo se publicó hace 11 años.
Catalunya se apunta al 'yo privatizo y Capio se lo come'
La Generalitat ordena al Hospital Clínic de Barcelona ceder parte de su actividad a un centro privado gestionado por el gigante sanitario que se ha instalado en Madrid y Valencia. Uno de sus gerentes fichó por la empresa al ser
Capio —ahora IDC Salud— y las puertas giratorias. Dos de los emblemas de la privatización sanitaria en la Comunidad de Madrid ya calan en Catalunya.
El mayor grupo sanitario privado español, controlado por el fondo de capital riesgo CVC Capital Partners, es el gran beneficiario de la última decisión sanitaria de la Generalitat: que el Hospital Clínic (el segundo mayor centro sanitario público de Catalunya) ceda parte de su actividad al Sagrat Cor Hospital Universitari (privado y controlado por IDC Salud). El motivo de este traspaso es, según el Clínic, asumir el recorte presupuestario del centro en 17,5 millones de euros ordenado por la Consejería de Sanidad. Sin embargo, los sindicatos lo interpretan como un paso más hacia la privatización sanitaria en Catalunya.
Además, el director general de Innovación de IDC Salud (antigua Capio) es Raimon Balenes, quien anteriormente fue director general del Clínic. Balenes entró en la empresa privada a finales de 2008, poco después de que el tripartito firmara un contrato en secreto con el Sagrat Cor (gestionado por Capio), según ha denunciado este martes la CUP. EL partido señala que este hecho demuestra el uso de las "puertas giratorias" en la sanidad catalana, una práctica que el sistema sanitario madrileño y valenciano lleva explotando desde hace años.
El Clínic deberá cerrar 74 camas —que se suman a las 76 que tuvo que cerrar en 2011— y gran parte de la actividad de baja complejidad que llevaba a cabo pasará a ser asumida por el Sagrat Cor. Según explicó el director del Clínic, Josep Maria Piqué, al comité de empresa, el tijeretazo se debe a la reducción del 4,6% en las tarifas que la Generalitat paga al Clínic —14 millones de euros menos que en 2012— y del 1% en los ingresos debido al Plan de Reordenación Territorial que dejará al Clínic con 3,5 millones de euros menos al año en favor, también, del Sagrat Cor. "Tenemos menos dinero para hacer lo mismo", constata un portavoz del hospital, "así que para ahorrar, a partir de ahora, esos pacientes que ingresaban en el Clínic y pasaban al Sagrat Cor cuando estaban estabilizados, irán directamente al Sagrat Cor". La Consejería de Sanidad sostiene que ése es el lugar "adecuado" para realizar esta actividad de baja complejidad, informa Efe. Una actividad que afecta sobre todo a las áreas de cirugía traumatológica y vascular, neumología, aparato digestivo y medicina interna, según los sindicatos.
"Entenderíamos que el Clínic cediera su actividad a otro centro público, pero no a uno completamente privado", dice CCOOLos trabajadores, que el año pasado ya sufrieron los recortes del Govern al perder su paga extra de Navidad —ahora están negociando con el hospital para mantener íntegra la de este año— son conscientes de que hay que ahorrar, pero critican la forma de hacerlo: "Entenderíamos que el Clínic cediera su actividad a otro centro público, pero no a uno completamente privado, como es el caso", denuncia la secretaria de Acción Sindical de la Federación de Sanidad de CCOO, Rosalia Port. "Esto está pasando en otros centros, pero el Clínic es el primer caso del que tenemos constancia", remarca. Los recortes provocarán "el desplazamiento de 45 profesionales de enfermería, una disminución en la contratación de suplentes y la prejubilación de cerca de 20 profesionales", cuenta Francisco Vallejo, miembro del comité de empresa del Clínic por CCOO.
Así como en Madrid la privatización ya está en boca de todo el mundo, en Catalunya, los pasos hacia la gestión privada se caracterizan por su "opacidad", según Albano Dante, periodista de la revista Cafè amb llet, que ha denunciado en varias ocasiones la corrupción en la sanidad catalana. "La privatización sanitaria en Catalunya se aprovecha de zonas grises, de la falta de control. Quien se reparte el pastel lo hace independientemente del gobierno de turno, lo llevan haciendo desde hace años y nadie se da cuenta", denuncia el activista.
Una de las rendijas por las que se cuela la privatización es, en el caso del Clínic, la ausencia de una forma jurídica concreta del centro dado que actualmente no está determinada. El último informe de la Sindicatura de Comptes de Catalunya señala que el hospital debería gestionar y presentar sus cuentas ajustándose a la normativa para centros públicos: "La Sindicatura considera que, en tanto que no se dé una forma jurídica concreta al hospital y con tal de determinar cúal será el régimen jurídico que se le aplicará, hace falta asimilarlo a un establecimiento público de naturaleza institucional integrado en el Servei Català de la Salut y, en consecuencia, aplicarle la normativa prevista en la LOSC [Ley de Ordenación Sanitaria de Catalunya]".
Desde que fue traspasado a la Generalitat en 2008 —antes era competencia del Estado—, el Hospital Clínic depende del Servei Català de la Salut y está a la espera de que se constituya un ente jurídico que lo gestione. De forma temporal, el hospital se ha regido por una modificación de sus estatutos y con un Patronato constituido por un miembro de la Consejería de Sanidad, uno de la Consejería de Economía y por una mayoría de patronos independientes. Ahora, el Gobierno de Artur Mas ha renunciado a participar en la gestión del centro y sólo formará parte de una de las patas —la patrimonial— que conforman la nueva fundación del hospital. El otro pilar de esta nueva forma de organización —la gestión— estará en manos de médicos, sociedad civil y mecenas. Una fórmula basada en la que ha puesto en marcha el Hospital de Sant Pau de Barcelona después de que su cúpula directiva dimitiera en bloque el pasado mes de junio por sus imputaciones en delitos de prevaricación y malversación. Imputan a dos cargos por presuntas "irregularidades" en una fundación sanitaria catalana.
Imputados dos patronos de un instituto auspiciado por el ClínicEl Juzgado de Instrucción 20 de Barcelona ha imputado a los patronos de la fundación Institut d'Alta Tecnologia PRBB-Fundació privada Norberto Galindo Casas y Francisco Javier Fernández Soriano por presuntas "irregularidades" en su gestión entre 2006 y 2009, según ha informado CGT. La providencia de la juez, que admite la denuncia formulada por el sindicato, cita a declarar el miércoles 6 de noviembre a los imputados, que tenían cargos en el citado instituto con vocación pública y la empresa CRC Corporació Sanitària.
Según han explicado fuentes del sindicato, la denuncia se dirige especialmente contra los máximos responsables de la CRC Corporació Sanitària por presuntamente "haber traspasado a su empresa una maquinaria que habían comprado a través del Instituto de Alta Tecnología con dinero público".
El sindicato interpuso en julio una denuncia contra diversos altos cargos de hospitales públicos catalanes por irregularidades en el citado intsituto, que funciona como fundación pública de investigación bajo el auspicio del Hospital Clínic, el del Mar y el Vall d'Hebron de Barcelona.
CGT ha remarcado que en diciembre del año pasado la Sindicatura de Cuentas publicó un informe en que apuntaba "graves irregularidades" dada la precaria situación económica en la que la habían situado los patronos, que provocó la declaración voluntaria de concurso de acreedores.
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