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Catalunya, Valencia y Madrid, con el pie en el acelerador del paro

La dependencia de los servicios se suma al lastre de la construcción en estos territorios

G. AYUSO

Las comunidades más dinámicas son también las más sensibles al ciclo económico. Catalunya, Madrid y la Comunidad Valenciana fueron en 2009 las más castigadas por el aumento del paro, junto con Aragón, Murcia y La Rioja. Todas ellas, con un aumento interanual superior al 30%, cuando la media española se quedó en el 25,4%.

La dependencia del sector servicios, así como la débil evolución de la actividad industrial en territorios que ya habían sufrido los estragos en la construcción el año anterior, han asestado un fuerte golpe al mercado laboral en estas zonas. En el otro lado de la balanza, Extremadura, Galicia, Andalucía y Asturias no sobrepasaron el 20% de alza en el desempleo.

Las comunidades más activas son las más sensibles y con más desempleo

Catalunya es un buen ejemplo de la repercusión de la crisis sobre la mano de obra. Es la segunda comunidad, después de Andalucía, con más parados en toda España (en términos absolutos), con casi 562.000 personas buscando empleo. Con una economía diversificada, donde predomina el sector servicios combinado con una potente industria, registró en 2009 una caída generalizada en todos los sectores.

Los servicios se llevaron la palma, ya que acapararon más de la mitad de la subida del paro (57%). La industria también continuó con su debacle y 100.000 catalanes más se apuntaron al paro, los mismos que se registraron en la construcción en un año.

El Gobierno autonómico insiste en que el aumento del desempleo se debe a que Catalunya es también la comunidad donde se genera más ocupación. La consellera de Treball, Mar Serna, aseguró ayer que la situación irá mejorando 'mes a mes'.

'Cuando las cosas van mal, las comunidades más sensibles al ciclo económico son las que más sufren', explicó ayer Florentino Felgueroso, de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea). En este sentido, pese a ser las más dinámicas, las regiones con población activa más joven y que en su día recibieron más inmigración son las que ahora engrosan con más fuerza las listas del Inem.

De los casi cuatro millones de parados, más de 385.000 son inmigrantes extracomunitarios, y buena parte se concentran en regiones concretas. Estos territorios son los que necesitan más mano de obra cuando las cosas van bien, pero los que se ven más afectados al llegar las vacas flacas.

El colectivo inmigrante ha sufrido un 'efecto coletazo', señala Felgueroso. Tras los despidos de 2008 en el sector de la construcción, que afectaron al cabeza de familia, ahora son el resto de integrantes del hogar dedicados en general a tareas del sector servicios, los que se incorporan al paro. En total, en Catalunya y Castilla- La Mancha hay un 44% más de inmigrantes en paro, y en la Comunidad Valenciana un 47% más.

Los mismo ocurre con los jóvenes, que se trasladan a las zonas más dinámicas y que son ahora los que tienen mayores dificultades para incorporarse al mercado laboral, según el economista del Fedea.

Esto explicaría también el hecho de que comunidades con menor llegada de inmigrantes y con población más envejecida, como Extremadura, Galicia y Asturias, estén por debajo de la media en la destrucción de empleo.

Andalucía ha registrado una subida más suave del paro (18%) que otras comunidades de hecho se queda en la parte baja de la tabla en cuanto a tasas interanuales lo que se explica por el gran incremento experimentado en 2008, en el que ya se alcanzaron cotas de paro muy altas por la caída del sector servicios y la construcción. En total, el Servicio de Empleo andaluz registró a 851.500 personas sin trabajo, una quinta parte del total.

El lapso entre el final del fondo municipal de empleo y el arranque del siguiente puede empeorar a las cifras de paro de principios de año.

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