Este artículo se publicó hace 13 años.
La CE no aceptará un acuerdo anticrisis contrario a las normas europeas
El presidente de la Comisión Europea (CE), José Manuel Durao Barroso, aseguró hoy ante el pleno del Parlamento Europeo en Estrasburgo que Bruselas no aceptará un acuerdo intergubernamental a 26 -sin el Reino Unido- para reforzar la disciplina fiscal que contravenga las normas comunitarias.
"La CE no aceptará ningún acuerdo intergubernamental que entre en conflicto con la legislación de la Unión Europea", comentó Barroso en un debate con la Eurocámara y precisó que el nuevo pacto fiscal -en el que participarán todos los socios europeos, menos el Reino Unido- "no sustituirá a las instituciones europeas ni los procedimientos, sino que se construirá sobre ellos".
"La CE hará todo lo posible para que este acuerdo sea legalmente seguro y aceptable desde el punto de vista institucional", señaló y afirmó que se implicará de manera directa en ello y que espera que el PE también lo haga.
Barroso explicó que el acuerdo pasará a formar parte de la legislación europea "tan pronto como sea posible" y consideró que la solución para evitar fricciones entre este tratado y las normas de la UE es que contenga "compromisos nacionales más fuertes".
Las instituciones europeas, eso sí, deberán actuar, según el líder del Ejecutivo de la UE, "exclusivamente sobre la base de los tratados europeos", es decir, que habrá control y sanciones comunitarias, pero sólo vinculadas al llamado "six pack" -seis medidas para reforzar la disciplina fiscal que entran en vigor hoy-.
"No habrá otras estructuras paralelas o que compitan con estas", sostuvo Barroso, lo que deja al descubierto que el nuevo pacto, al menos de momento, es un acuerdo sin consecuencias, ya que no habrá un seguimiento ni una penalización para incumplidores.
El presidente de la CE incidió también en que si bien "la disciplina fiscal es clave", -tal y como insiste Alemania-, "no podemos construir nuestra unión económica sólo sobre la base de disciplina y sanciones".
"También necesitamos una Europa del crecimiento y del empleo, una Europa de la responsabilidad, pero también de la solidaridad", agregó.
Barroso reconoció que el acuerdo del jueves y viernes pasado de los líderes europeos fue "ambicioso y unánime" en el contenido, pero no lo fue en la forma y dijo que el Consejo Europeo de marzo deberá discutir cómo reforzar todavía más la integración fiscal de la zona euro a partir de un informe que elaborará su presidente, Herman van Rompuy, y él mismo.
En este contexto, adelantó que los "eurobonos", o la emisión común de deuda -que Alemania rechaza de manera frontal-, también formarán parte del debate de marzo y afirmó que "pueden ser una contribución en el futuro para mantener una unión fiscal estable".
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