Los cruceros por el mar Caribe habían escapado de las consecuencias que tuvo sobre el turismo el brote de nueva gripe desatado en México a finales de abril, desde el pasado jueves considerado pandemia por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Uno de los principales motivos es que no es temporada alta en la zona.

Entre 300 y 400 españoles cada semana disfrutan en esta parte del año de vacaciones en el mar por las islas del Caribe. En temporada alta, que coincide con el invierno europeo, la cifra puede llegar a duplicarse.

Los nuevos casos detectados en un crucero de Pullmantur y el hecho de que dos países se hayan negado a recibir al barco en sus puertos choca con una situación que empezaba a recuperarse. Incluso el turismo mexicano, que sufrió con dureza la alerta en las primeras semanas tras detectarse el brote, está repuntando.

Fuentes de las agencias de viajes españolas y los mayoristas comentan que, después de haber quedado reducida a cero la actividad turística en México y de haber centrado el esfuerzo en las primeras semanas en redirigir a los clientes hacia otros destinos de la región, como Cuba o República Dominicana, se había iniciado una rápida recuperación. De hecho, añaden, actualmente el volumen de viajes a México en comparación con la misma época de otros años está en torno al 60%. En el sector estiman que en julio se habrá recuperado la normalidad.

La temporada de cruceros ha puesto en estas fechas rumbo hacia el Mediterráneo y el Báltico, con Venecia, Turquía y Grecia como principales destinos, así como a lo largo de los Fiordos noruegos.