El Centro de Estudios de Rapaces Ibéricas (CERI) de la localidad toledana de Sevilleja de la Jara recibió el pasado viernes, 20 de marzo, el primer polluelo de búho real que ha sido entregado este año en el centro, por lo que ha sido "bautizado" con el nombre de "Nadal" en alusión a su condición de "número uno".

En declaraciones a EFE, una de las biólogas del CERI, Pilar Cervera, ha señalado que este polluelo fue encontrado por un particular tras caerse del nido y que éste se ocupó, personalmente, de trasladarle al centro de recuperación toledano.

La cría -que se encuentra en la UCI habilitada para la recuperación de aves heridas del CERI- recibe, desde que fue encontrado hace siete días, una dieta basada en sangre con suero y se encuentra en una urna en la que se le mantiene estable a una temperatura de 37 grados.

El animal deberá permanecer en el centro durante, al menos, dos meses, periodo tras el cual habrá aprendido a volar, cazar y a relacionarse con otros adultos de su especie, "para que le ayuden a tener comportamientos normales", ha indicado Cervera.

Un ochenta por ciento de los mochuelos que, como "Nadal", caen de nidos o tienen otro tipo de problemas en su hábitat, mueren, según datos estimativos del centro de recuperación de aves de Toledo.

Actualmente, otros dos ejemplares adultos de búho real reciben también asistencia médica en el CERI.

Ambos fueron trasladados a este lugar hace dos y siete días, respectivamente, tras resultar heridos a consecuencia de vallados cinegéticos.

El búho real es la mayor de las rapaces nocturnas de Europa y sus principales factores de riesgo son los tendidos eléctricos, la caza, los accidentes que sufren en carreteras y alambradas, así como la destrucción del hábitat y el expolio de sus nidos.