Este artículo se publicó hace 16 años.
Chávez lleva la nacionalización a la banca con el anuncio de la compra de la filial de Santander
El presidente venezolano, Hugo Chávez, ha llevado su proceso de nacionalización al sector bancario al anunciar su intención de comprar el Banco de Venezuela, filial del español Santander, en una operación que ya está en marcha.
Menos de 24 horas después de ese anuncio, el Grupo Santander confirmó que mantiene negociaciones con el Gobierno venezolano para vender esa filial, una de las tres principales entidades bancarias del país suramericano.
En las sucursales caraqueñas del banco se apreciaba hoy un clima de normalidad, aunque no exento de comentarios entre los clientes y cierta preocupación por las consecuencias que pueda tener para sus cuentas el proceso de nacionalización, según constató Efe.
Algunos no dudaron en manifestar su desconfianza respecto al manejo estatal, coincidiendo con declaraciones de expertos que sostienen que los ciudadanos venezolanos "no tienen una buena opinión sobre la gestión económica" del Gobierno de Chávez "en su conjunto".
Así lo indicó el ex gerente del Banco Central (emisor) Domingo Maza Zavala, quien subrayó que existe la percepción de que no se está manejando adecuadamente la estatal industria petrolera, ni los servicios de telefonía y de electricidad, que fueron nacionalizados el pasado año.
Otra de las incertidumbres expresadas por analistas y ciudadanos concierne a las futuras intenciones del Gobierno respecto a todo el sector bancario y financiero.
La nacionalización del Banco de Venezuela, entidad que fuentes del mercado valoran en entre 1.200 y 1.900 millones de dólares, puede ser "un hecho aislado" o "el inicio de una política financiera" para extender el poder del Estado al sistema bancario, dijo Maza Zavala, en declaraciones a medios locales.
Por su parte, el emisor Banco Central de Venezuela emitió hoy un comunicado para destacar que el sistema financiero "opera de manera satisfactoria y con solidez".
El anuncio de la nacionalización del Banco de Venezuela, hecho por el propio Chávez el jueves en una reunión con asociaciones católicas retransmitida en cadena nacional, suscitó sorpresa en un primer momento y se convirtió rápidamente en la noticia principal de todos los medios del país.
En su alocución, el presidente, que visitó España la semana pasada, declaró su intención de nacionalizar el banco e invitó a su propietario, el Grupo Santander, a negociar la compraventa.
"Ellos querían vender el banco a un banquero venezolano, el cual pidió permiso y autorización, porque así está en las leyes, y yo como jefe de Estado digo no", manifestó Chávez.
"Ahora véndamelo, al Gobierno, al Estado (...) entonces ahora los dueños dicen no, no queremos vender (...) Y yo digo, no, yo se lo compro, cuánto vale (...) que se lo pagamos", añadió.
Unas horas después, en otra intervención, el mandatario aseguró que el proceso "no será conflictivo" y adelantó que representantes de su Gobierno ya habían contactado con el Grupo Santander.
"Es una buena nueva. Venezuela tendrá de nuevo el control del Banco de Venezuela, banco para el pueblo (...), banco socialista", agregó, antes de que la Presidencia emitiera un comunicado en el que señalaba la "solidez" del banco y "la calificación de su personal".
"Nuestro Gobierno está invitando a los representantes del Grupo Santander a abrir las negociaciones que conduzcan al objetivo ya anunciado", anota el comunicado, antes de destacar que se actuará "con apego a los procedimientos" y con el "debido respeto a los actuales accionistas" del banco.
El Gobierno español, por su parte, descartó hoy intervenir ante la eventual venta y nacionalización del banco y la vicepresidenta primera del Ejecutivo, María Teresa Fernández de la Vega, dijo que la operación se está llevando a cabo "a través del diálogo y la negociación".
El Santander se hizo con el control del Banco de Venezuela, el más antiguo de este país suramericano, en diciembre de 1996 al comprar el 80 por ciento de las acciones de la entidad en una subasta por 301,1 millones de dólares estadounidenses.
Posteriormente adquirió otro 13 por ciento de las acciones, mientras el restante se distribuyó entre personas privadas.
A 30 de junio pasado, la filial contaba con 285 oficinas y tres millones de clientes y, según datos de los sindicatos del Santander en España, trabajan en ella 4.565 empleados.
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