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"Soy una chica de barrio ilustrada"

Periodista. 'El programa de Ana Rosa' cumple 1.500 emisiones en Telecinco

RAMIRO VAREA

Es la líder indiscutible de las mañanas televisivas. Ana Rosa Quintana (Madrid, 1956) acaba de celebrar las 1.500 emisiones al frente de El programa de Ana Rosa, el magacín diario que, desde enero de 2005, presenta en Telecinco. La periodista admite que es muy difícil aguantar tanto tiempo en antena, se define como 'obrera del micrófono', reniega del término telebasura y está encantada de que Belén Esteban se haya convertido en una 'estrella mediática'.

¿Se imaginaba que su programa duraría tanto?

Es muy difícil en la televisión que hay ahora, con tantísima competencia, aguantar en antena. Y aquí sólo hay una forma de hacerlo: con los resultados. Nunca pensé que iba a durar tanto. Cuando uno llega a la televisión, siempre ha de estar preparado para marcharse.

¿Cuál es la clave del éxito de su programa?

El trabajo en equipo. Cualquier pieza es fundamental: la dirección, tener una buena redacción, el regidor, los guionistas... Dependemos absolutamente del equipo. Todo el mundo es importante. Un mal peluquero o un mal maquillaje te arruina el día.

¿Sus decisiones influyen mucho en el programa?

No. Este programa tiene vida propia. Llevamos tanto tiempo que es como si el programa fuera un periódico: hay una redacción, unos redactores-jefe, unos coordinadores, dos subdirectoras, una directora... Nosotros claro que opinamos, pero hay tal nivel de comunicación que ya sabemos cada uno lo que debemos hacer.

¿Se ha marcado algún límite con El programa de AR'?

No me marco ni retos ni límites. Es tan difícil sobrevivir en televisión y ser líderes diarios durante tantos años que me parecería una ingratitud decir ahora que me voy. Me parecería fatal rendirme o marcharme. Aunque también hay que saber marcharse en un momento determinado.

¿Le preocupan mucho las audiencias?

'Cuando uno llega a la televisión, ha de estar preparado para marcharse'

La audiencia es la supervivencia de un programa. Claro que preocupan. No me inquietaría si una semana me ganaran Espejo Público o Mariló [Montero]. Pero si la situación se alargara durante un mes, pues sí me preocuparía.

¿Cómo lleva lo de ser la reina de las mañanas?

Ni reina ni princesa ni nada. Somos unos obreros del micrófono que estamos aquí a pico y pala, levantándonos a unas horas imposibles.

¿Dónde se traza los límites cuando aborda temas como los sucesos?

En la actualidad. Me puede gustar o no, pero la actualidad es así. No estamos para dar buenas noticias. Estamos para contar lo que pasa, y contarlo de una forma objetiva y con sensibilidad hacia las víctimas.

¿Volvería a contratar a Belén Esteban como colaboradora?

'El término telebasura' es un insulto para los que hacen tele'

Ella se fue de nuestro programa porque tenía una oferta mejor, y acertó. Creía que así iba a tener más proyección y más protagonismo. Yo lo dudaba, pero creo que ha acertado. Se ha convertido en una gran estrella mediática.

Esteban dijo de usted que es una princesa de barrio.

No mentía. Yo soy una chica de barrio ilustrada.

¿Qué opina de la telebasura?

Me niego a admitir ese término. Nadie habla de la basura que hay en determinados medios escritos, de la que circula por las redes... Ya está bien. La televisión es un medio gratuito con su mando a distancia. Hay cientos de canales que te permiten elegir, y la gente selecciona el que quiere ver por los motivos que sean. Puedes estar viendo un programa absolutamente frívolo y luego leer a Joyce. No es incompatible. Me parece un insulto para los que hacen televisión el término telebasura. Además, no me doy por aludida.

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