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Chile lucha para distribuir la ayuda humanitaria

Reuters

Chile redobló el martes sus esfuerzos para llevar ayuda humanitaria a millones de personas que se han quedado en la calle por el potente terremoto y los tsunamis posteriores, mientras reinaba el toque de queda en la segunda ciudad del país ante una ola de saqueos.

Con su furia, el seísmo de magnitud 8,8 derrumbó edificios, arrasó puentes y carreteras en el centro y el sur del país, matando a cientos de personas e hiriendo a muchos más, además de dejar a decenas de miles de chilenos en la calle y provocar daños de miles de millones de dólares.

Los muertos ascendieron el martes a cerca de 800, según indicó la presidenta chilena, Michelle Bachelet. Además el Gobierno había informado antes de 500 heridos.

El terremoto, con epicentro en el sur del país y uno de los más poderosos de la historia, generó olas que barrieron localidades costeras del Pacífico sin que se activara de inmediato la alerta de tsunamis.

El puerto de Talcahuano quedó destruido, incluyendo su base naval, y cubierto por el lodo. La fuerza del mar dejó barcos varados tierra adentro.

"Vivimos tres noches sentados en la calle y calentados quemando neumáticos", dijo Antonio González, un chófer que perdió su casa por el tsunami.

La ayuda empezó a llegar a Talcahuano y otras localidades a lo largo de la tarde, tras verse retrasada por la destrucción de carreteras y cortes de energía causados por el seísmo, indicó el Gobierno.

Buena parte de la ayuda para la zona costera llegó en barcos de la Armada desde el puerto de Valparaíso.

"Éste (...) es un terremoto de extensión nunca vista, por lo tanto les pedimos también comprensión y paciencia", dijo la presidenta Michelle Bachelet desde el palacio de La Moneda.

En la ciudad vecina a Talcahuano, Concepción, la segunda más poblada de Chile, el Gobierno decidió mantener hasta el mediodía del miércoles el toque de queda, en un intento de mantener a raya a los saqueadores.

A pesar de la llegada de militares para controlar la ciudad, los residentes se quejaban del deterioro de la seguridad.

Bachelet ha ordenado el despliegue de unos 14.000 militares en las zonas más devastadas por el terremoto, encabezadas por Concepción y sus alrededores.

En las calles de la ciudad hay controles militares cada 400 metros y soldados con fusiles, que ayudaron a frenar los saqueos y devolverle un poco de tranquilidad a la castigada ciudad.

Los vehículos con ayuda empezaban a llegar y la gente bebía agua de camiones cisterna.

"La gente está satisfecha con el toque de queda (...) Porque a la angustia que han tenido, provocarle la angustia que genera la vulnerabilidad de la violencia es lo que queremos evitar", dijo el ministro de Defensa, Francisco Vidal.

DAÑOS ECONÓMICOS

El terremoto se produjo en un momento en que la economía más estable de América Latina trataba de recuperarse de una recesión causada por la crisis y esperaba crecer este año entre 4,5 por ciento y 5,5 por ciento.

El banco central dijo que mantendría los tipos de interés a mínimos récord para ayudar a estimular la economía. Bachelet afirmó que estaba estudiando pedir créditos en buenas condiciones para financiar la reconstrucción.

Uno de los motores de la economía de Chile, la minería, volvió a encenderse el lunes cuando las principales minas de cobre retomaron sus operaciones.

El temor de un importante golpe a la economía chilena se redujo en parte debido a que el mercado bursátil y la divisa local resistieron el embate de la naturaleza. Y aportando a la tranquilidad de los mercados, la calificadora de riesgo Moody's dijo que no cambiará la nota de Chile, que se encuentra dentro de grado de inversión, ni el panorama positivo del país.

Sin embargo, el daño económico ocasionado podría alcanzar los 30.000 millones de dólares, según economistas y compañías de seguros. Unos 2 millones de personas quedaron afectadas por el terremoto y los tsunamis, y medio millón de viviendas quedaron destruidas.

Bachelet se reunió el martes en Santiago con la secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, que ofreció ayudar a Chile con material y personal.

"Este terremoto devastador ha causado ya tanto daño en todo el territorio chileno que no hemos recordado que fue un sismo con una fuerza 800 veces mayor que el que arrasó a Haití", dijo Clinton junto a la mandataria chilena.

Brasil, Argentina y Perú han prometido enviar ayuda, al igual que Uruguay, Colombia y Uruguay.

Una brigada médica partió de Cuba hacia Chile para dar ayuda humanitaria, dijo el martes la prensa oficial de la isla.

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