Este artículo se publicó hace 13 años.
China descubre su pasado oculto en el mar
Treinta embarcaciones hundidas
Bajo el secretismo habitual del Gobierno chino, se desarrolló el proyecto estatal 908 entre los años 2006 y 2009. El pasado diciembre, los funcionarios de patrimonio competentes dieron a conocer los resultados de lo que había sido el más ambicioso plan de prospección arqueológica subacuática y en el que se escrutaron los fondos marinos de las costas del gigante dormido.
Durante la investigación, los expertos recorrieron más de 676.000 kilómetros cuadrados y localizaron 30 embarcaciones hundidas. El valor de estos pecios es muy alto, porque "normalmente, un barco hundido antiguo posee cientos de miles de piezas de la misma dinastía", comenta Sun Jian, investigador de la Academia de Ciencias Sociales de China. Por tanto, esta investigación en profundidad puede ayudar a asentar los conocimientos de la cultura material china y aportar novedades, puesto que las 30 naves abarcan gran parte de la historia dinástica china.
Cuatro años de investigación arqueológica sistemática han permitido el hallazgo de 30 embarcaciones hundidas vinculadas a la Ruta de la Seda
Los barcos encontrados están relacionados con el comercio de la seda desarrollado por China durante la dinastía Han (25 - 220 d. C.), a través de la Ruta de la Seda del Mar. Esta ruta unía la actual provincia de Fujian con India y el mar Rojo, que posteriormente llegaba hasta el Medi-terráneo. A través de esta ruta, China mantuvo el monopolio del comercio de la seda durante siglos. El itinerario también puso en contacto Oriente y Occidente permitiendo que cultura, ideas y avances tecnológicos llegaran a Europa.
Esta vía marítima fue descubierta en 1987, cuando los arqueólogos chinos encontraron un pecio de más de 30 metros de eslora y que databa del siglo XIII. La embarcación fue nombrada Nanhai I, y su descubrimiento centró la atención del mundo cultural y político chino. Las autoridades lo recuperaron del lecho marino, momento que fue retransmitido en directo por la televisión estatal china. Lo trasladaron a un museo que tiene el ambicioso proyecto de reconstruir la ruta marina que conectaba medio mundo. La inversión estatal, sin precedentes, permitió incluso la construcción de una piscina de agua salada que reconstruye las condiciones en las que se conservó durante centurias.
El extraordinario valor de los objetos sumergidos había atraído a los pescadores locales, que expoliaban sistemáticamente los pecios. Según Sun, la mayoría de los barcos que ya han sido localizados habían sido saqueados con anterioridad. La carencia de un plan de defensa del patrimonio histórico submarino y una legislación protectora ha permitido que eso sucediera. El XII plan quinquenal del Gobierno chino, en marcha desde enero de este año y hasta 2015, ha incluido esa reivindicación de los investigadores.
China también debe afrontar otro reto para mejorar la investigación de este tipo de yacimientos, y es que en la actualidad tan solo cuenta con cien arqueólogos adecuadamente preparados para afrontar esta labor. Para solventar este problema y poder hacer frente a una labor ingente que suscita gran atracción entre el pueblo chino, el XII plan quinquenal también ha proyectado la formación de profesionales de este campo, labor compleja que requiere una fuerte inversión.
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