Este artículo se publicó hace 15 años.
China guarda un minuto de silencio por los más de 87.000 muertos
A pesar de las donaciones, muchos supervivientes siguen viviendo en condiciones precarias
Hace un año, los habitantes de An Xian vieron su ciudad reducida a escombros por el terremoto de 7,9 grados que sacudió la provincia de Sichuán, dejando más de 87.000 muertos y desaparecidos. Zheng Yong Ju tuvo suerte: el temblor no acabó con la vida de ninguno de sus familiares. Hoy vive con su madre de 80 años en uno de los barracones prefabricados instalados por el Gobierno. "Unos ahorros y unas mantas son todo lo que tengo", explica Zhang.
"La reconstrucción progresa y los supervivientes caminan hacia una nueva vida", dijo el presidente Hu Jintao en la ceremonia en Yingxiu, epicentro del terremoto, donde se guardó un minuto de silencio por las víctimas. En Pekín, el homenaje pasó desapercibido.
A pesar de las donaciones (China ha recibido unos 8.200 millones de euros de donantes nacionales e internacionales), muchos supervivientes siguen viviendo en condiciones precarias. Zhang y su madre no han recibido ninguna ayuda tras el terremoto.
Zhang no duda de la buena intención del Gobierno, pero lamenta que la reconstrucción se centre en las ciudades más pobladas y no haya llegado a su aldea. Además, cree que la falta de transparencia al comunicar la política de reconstrucción, que incluye el reparto de ayudas económicas y viviendas, ha fomentado la corrupción.
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