Este artículo se publicó hace 13 años.
Científicos hallan indicios genéticos de la esclerosis múltiple
Por Kate Kelland
Un grupo de científicos halló 29variaciones genéticas nuevas relacionadas con la esclerosismúltiple (EM) e indicó que los resultados deberían ayudar a loslaboratorios a focalizar la investigación de tratamientos enáreas específicas del sistema inmune.
En un estudio publicado el miércoles en la revista Nature,expertos señalaron que los nuevos vínculos apuntan a la idea deque las células T -un tipo de glóbulos blancos responsable degenerar una respuesta inmune- y químicos llamados interleukinasjuegan un papel clave en el desarrollo de esta enfermedad.
Entre los medicamentos en desarrollo que apuntan al sistemainmune se encuentran: rituximab, vendido como Rituxan por Rochey Biogen, para combatir la leucemia; Tysabri de Biogen y Elan;Lemtrada, comercializado como Campath por la unidad Genzyme deSanofi, para el cáncer; y Zenapax o daclizumab de Abbott yBiogen.
"Tenemos implicados genes que son altamente relevantes enla acción de estos fármacos", dijo Alastair Compston, de laCambridge University, que co-dirigió el estudio.
"Ahora está claro que la esclerosis múltiple esfundamentalmente una enfermedad inmunológica. Este es el caminopara combatir esta enfermedad", añadió.
Datos de un ensayo en etapa intermedia sobre daclizumabpublicados el martes mostraron que el fármaco está a la par deotras medicinas nuevas para la EM, aunque algunos de susefectos colaterales son preocupantes.
La esclerosis múltiple es una de las condicionesneurológicas más comunes entre los adultos jóvenes, ya queafecta a unos 2,5 millones en todo el mundo.
Se produce cuando la cubierta protectora de las fibrasnerviosas del cerebro y la médula espinal, denominada mielina,comienza a romperse, desacelerando la comunicación del cerebrocon el resto del cuerpo.
Los senderos afectados -responsables de actividadescotidianas como ver, caminar, sentir, pensar y controlar lavejiga y los intestinos- pierden la capacidad de funcionaradecuadamente y se terminan destruyendo.
En un segundo estudio, publicado el miércoles en la revistaPLoS Genetics, investigadores hallaron que muchos de los genesrelacionados con la EM también están vinculados con otrasdolencias autoinmunes, como la enfermedad de Crohn y ladiabetes tipo 1.
Esto también lleva a posibles nuevos usos de fármacosactualmente en desarrollo, señalaron los expertos.
"Sabíamos desde hace un tiempo que muchas enfermedadesdevastadoras del sistema inmune deben tener causas genéticascomunes", dijo Chris Cotsapas, de la Yale University en EstadosUnidos y director del estudio publicado en PLoS.
"Ahora tenemos el bosquejo de un mapa que nos dice dóndepodemos buscar tratamientos comunes", agregó.
La mayoría de las personas que desarrolla EM experimentasus primeros síntomas entre los 20 y los 40 años, pero Compstony su equipo indicó en una conferencia en Londres que eldisparador de la enfermedad podría darse en la niñez temprana,cuando factores de riesgo genético coinciden con algún factorambiental aun desconocido.
Los expertos creen que tanto factores genéticos comoambientales son igualmente importantes en la determinación dequién es propenso a desarrollar EM, y que en conjunto lasvariaciones genéticas conocidas probablemente expliquen cercadel 20 por ciento de las relaciones genéticas, añadieron.
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