Este artículo se publicó hace 15 años.
Los científicos sabían que los satélites estarían muy cerca
Por Tim Hepher
Los científicos espaciales europeos eran conscientes de la posibilidad de un encuentro cercano entre los satélites ruso y estadounidense antes de que colisionaran.
Pero la dificultad de predecir órbitas y el "ruido" de las miles de piezas de escombros hicieron imposible una predicción definitiva de un choque.
"El 'catálogo' de objetos y desechos mostraba un posible acercamiento entre las trayectorias de los dos satélites pero una aproximación no significa necesariamente una colisión, y necesitas más información para estar seguro", dijo Philippe Goudy, director adjunto del centro de control de operaciones espaciales francés en Toulouse.
"No se trata de un caso de dos satélites que se encuentran de repente; sino que se les ha seguido. Los catálogos de EEUU pueden dar alertas, pero éstas no son necesariamente totalmente exactas".
Washington informó el miércoles de la primera colisión de este tipo, entre un satélite de una empresa privada de comunicaciones de EEUU y un satélite ruso fuera de uso.
Cada día, funcionarios del centro de Toulouse, operado por la agencia espacial CNES de Francia, examinan los catálogos de radar de seguimiento de datos suministrados a los países espaciales por el Mando Espacial de EEUU, la única fuente segura de información cartográfica orbital.
"Lo que hacemos para los 15 satélites que nosotros controlamos es mirarlos cada día en órbita y verificar si hay una alerta. Si es así, buscamos más información en el radar", dijo Goudy el jueves.
La colisión ocurrió el martes a 780 km sobre el Polo Ártico en una abarrotada órbita polar utilizada por satélites que observan el tiempo, canalizan comunicaciones y realizan estudios científicos.
"Si quieres una cobertura mundial con una alta resolución, esto es a donde vas", dijo Bo Andersen, director general de la Agencia Espacial Noruega, refiriéndose al nivel de altitud de 800 km.
"Si vas mucho más abajo, se obtiene más resistencia de la atmósfera, que acorta la vida del satélite, y si vas más arriba la resolución empeora", dijo.
CAMBIO DE ÓRBITAS
La colisión ocurrió no muy lejos de la órbita de un difunto satélite meteorológico volado en pedazos por un misil chino tierra-aire durante un ensayo de armas en 2007. Europa y EEUU sostienen que los desechos resultantes hicieron más difícil identificar los riesgos de colisión.
EEUU utilizó un misil naval para destruir un tanque de combustible tóxico en un defectuoso satélite espía estadounidense el pasado febrero.
Los científicos dicen que predecir las colisiones es difícil por el comportamiento impredecible de otros objetos, la radiación solar y el efecto gravitacional de la luna y la tierra, mientras que a 800 km WISP molecular de la atmósfera puede inclinar suavemente las órbitas.
No estaba por el momento claro si el Gobierno estadounidense sabía que los satélites tenían posibilidad de pasar tan cerca uno del otro.
La empresa Iridium, propietaria del satélite estadounidense, no estaba por el momento disponible para hacer declaraciones.
Las posibilidades de colisión en el espacio son tan bajas que sólo se han producido tres accidentes de alguna importancia entre satélites y desechos, dijo el francés Goudy.
No obstante, Andersen dijo que el incidente reforzaría los llamamientos para un nuevo sistema europeo de seguimiento de escombros peligrosos en el espacio.
La Unión Europea dijo hoy que las principales naciones deberían adoptar un código de conducta para las actividades espaciales civiles y militares, algo que ayudaría a prevenir las emergencias medioambientales y las colisiones, lo que podrían provocar que el espacio se convirtiese en un escenario de conflicto.
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