Este artículo se publicó hace 16 años.
El cierre de la 'Trobada' retrata cierta tensión entre Laporta y las peñas
El congreso de peñas del Barcelona, cierre de la 31ª edición de la 'Trobada' (encuentro) mundial, disputado este fin de semana en L'Hospitalet de Llobregat, retrató las difíciles relaciones entre el presidente del club, Joan Laporta, y algunas de las 200 peñas presentes.
Durante su discurso de repaso a la situación del club, Laporta empleó un tono vehemente en el que pidió a los aficionados más apoyo al club, aunque fue en el turno de ruegos y preguntas cuando se vivieron algunas escenas de tensión.
Ocurrió especialmente cuando tomó la palabra Nicolás Marín, un socio del club que ha interpuesto una demanda contra la directiva por no haber convocado elecciones en 2006. Marín acusó a Laporta de "hipócrita", pero el presidente le respondió con contundencia.
"Si se ha dado por aludido cuando he hablado de hipócritas, es su problema. Hay personas que tienen afán de protagonismo y ganas de tener un minuto de gloria, y me temo que es su caso", contestó Laporta, molesto por "aquellos que siempre anteponen sus intereses a los del club".
Incluso el directivo responsable de las peñas, Jacint Borràs, advirtió a Marín. "¿Cómo tienes el valor de venir aquí a plantear estos temas? Sabes que tengo unos papeles firmados por ti", le comentó sin abundar más en la cuestión.
Más allá de su enfrentamiento con el socio que demandó a la junta, Laporta hubo de sortear varias cuestiones espinosas, como el reparto de entradas entre las peñas o su asistencia a los actos conmemorativos de las mismas. Además, también explicó, en respuesta a un peñista, que el primer equipo debería entrenarse en la ciudad deportiva de Sant Joan Despí "a partir de 2009".
Nunca ha tenido Laporta una relación demasiado fluida con el mundo peñístico, que con frecuencia le ha acusado de obviar sus actos sociales. Ante algunos reproches, Laporta prometió acudir a "todos los actos de peñas que tengan una finalidad social y solidaria, siempre que mi agenda me lo permita".
Laporta también quiso dejar claro que las peñas deben "situarse en el marco que les corresponde" ante las quejas de algunos asociados que lamentaron no tener los mismos derechos que los socios.
"A ustedes les respeto y les admiro porque hacen que el sentimiento barcelonista sea universal", expresó Laporta, "pero no puede ser que el colectivo de las peñas esté por encima de los socios del club. El Barça pertenece a sus socios, que hacen crecer al club con su cuota anual. Tampoco se pueden atribuir las peñas la condición de ser las únicas que animan al equipo", indicó el presidente.
Laporta, además, lamentó que haya peñistas que "conviertan lo particular" en un asunto de club y pidió que se valore su entrega a la entidad. "Si alguien tiene críticas por mi dedicación, se equivoca, porque le estoy dando la vida al club".
La directiva, a través de Jacint Borràs reveló además su intención de celebrar la 'Trobada' cada dos años y que su organización no recaiga en una sola agrupación, "sino que tenga mayor carácter de zona".
Borràs también prometió "un impulso de la función social" de las peñas y un acercamiento "en la medida de lo posible" a las peñas cercanas "a donde juegue el primer equipo del Barça"
El congreso de peñas, en el que no se mencionó la figura de Nicolau Casaus, ex vicepresidente del club y hombre muy cercano a las peñas, fallecido en agosto de 2007; concluyó con un breve discurso del alcalde de L'Hospitalet, Celestino Corbacho, y con la comida que reunió en el recinto ferial de La Farga a los 864 peñistas acreditados.
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