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Cinco "trucos" para aliviar el dolor del bebé durante la vacunación

Reuters

Por Amy Norton

No es ningún secreto que laspinchaduras para aplicar las vacunas alteran a los bebés y a lospadres por igual.

Lo habitual en el consultorio del pediatra es aplicarrápidamente la vacuna y entregarle el bebé a la madre para quese tranquilice.

Pero un equipo puso a prueba las llamadas "cinco S", unmétodo para calmar a los bebés que popularizó el pediatra HarveyKarp en el libro "The Happiest Baby on the Block".

Los cinco trucos, que en inglés se definen con palabras quecomienzan con "s", son: envolver al bebé, colocarlo de lado oboca abajo, hacer "shhhh", mecerlo y darle el chupete parasuccionar.

El resultado es el alivio del dolor y la disminución delllanto, según indicó el doctor John W. Harrington, de laFacultad de Medicina de Virginia del Este y del Hospital deNiños de las Hijas del Rey, en Norfolk. "Quizás actúa como unatécnica de distracción", dijo el autor principal.

Cada bebé responde a un método distinto de alivio, ya seaque se trate de envolverlo, darle un chupete o mecerlo. "Si seprueban los cinco, seguramente habrá uno que calme al bebé",indicó.

El estudio, publicado en la revista Pediatrics, incluyó a234 bebés de entre dos y cuatro meses de vida que recibieron lasvacunas de rutina. El equipo los dividió en cuatro grupos.

En uno, se les dio un sorbo de agua antes de aplicarles lavacuna y, luego, se los entregó a los padres paratranquilizarlos (grupo de control). El segundo grupo recibióagua azucarada en lugar de agua común, mientras que los gruposrestantes recibieron agua o agua azucarada antes de las vacunasy las "cinco S" después.

Los bebés en los que se habían aplicado las "cinco S"tuvieron menos signos de dolor (menos muecas de desagrado yentrecejo fruncido) y dejaron de llorar antes.

Sólo unos pocos seguían llorando un minuto después de lavacunación, comparado con la mitad de los bebés del grupo decontrol y el 30 por ciento del grupo que sólo había recibidoagua azucarada.

Al brindarles comodidad física y una voz tranquilizadora,"abordamos el mecanismo natural de alivio de los bebés", dijoHarrington.

Pero las "cinco S", ¿son prácticas en un consultoriopediátrico? El autor señaló que el estudio fue diseñado paracomprobar si el método funciona y no si es efectivo en lapráctica diaria.

De hecho, él contó con residentes de pediatría para realizarlas "cinco S", un lujo que no está disponible en el mundo real.

Pero, idealmente, los padres pueden aprenderlo en lasconsultas pediátricas de rutina. "Pueden utilizarlo en cualquiermomento en lugar de usar la mamadera", dijo Harrington. Y adiferencia de lo que ocurre con la lactancia, "los padrestambién pueden ponerlo en práctica".

FUENTE: Pediatrics, online 16 de abril del 2012

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