Este artículo se publicó hace 15 años.
Uno de cada cinco universitarios europeos estudiará fuera en 2020
La cumbre sobre el Proceso de Bolonia concluye en Bélgica con ese objetivo
En 2020, al menos uno de cada cinco estudiantes universitarios que acaben sus estudios tendrán que haber cursado parte de ellos en el extranjero. Ese es el compromiso del Proceso de Bolonia, que ayer celebró los 10 años de la reforma del sistema universitario con un compromiso reforzado.
Los ministros de Educación de los 46 países que forman parte del Proceso, entre ellos el español Ángel Gabilondo, incluyeron en sus conclusiones una referencia a la "dimensión social" de la reforma, un aspecto que numerosos colectivos de estudiantes dicen echar de menos en Bolonia.
Para los 46 gobiernos, lejos de provocar una mercantilización o un encarecimiento de la educación, Bolonia enfatiza "el propósito de ofrecer igualdad de oportunidades a una educación de calidad". Para ello, prometen aumentar la movilidad estudiantil hasta el 20%, lo que supondrá doblar la media actual, según los datos de la Comisión Europea.
"Un desafío"Gabilondo considera el reto un "desafío interesante para España", que "no está mal situada" con una movilidad del 8%. El ministro abogó, además, por fomentar los desplazamientos de los estudiantes entre comunidades autónomas, y se comprometió a luchar por que "no se pierda talento por razones económicas".
España, que según el informe de seguimiento de la aplicación del Proceso de Bolonia recibe un notable alto e la aplicación de las reformas, tiene todavía asignaturas pendientes. Entre estas, destaca la falta de homogeneización en las cualificaciones respecto al resto de países a la hora de describir las competencias adquiridas por los universitarios al acabar sus estudios.
España recibe una mala nota en cumplimiento del convenio de Lisboa (un uno sobre cinco), que exige garantizar a los alumnos que van a poder homologar sus títulos en el resto de países. Fuentes de Educación aclaran que "se trata de que, en caso de duda sobre una homologación, sea la universidad la que explique por qué no lo hace", informa Diego Barcala.
En 2010, todos los países que forman parte de Bolonia presentarán un espacio europeo de educación superior común, que se estructurará en tres niveles (grado, doctorado y master) y contará con un sistema de créditos idéntico. Además, la nueva universidad deberá preparar mejor a los estudiantes para el mundo laboral, para lo cual "la inversión pública en enseñanza superior es una prioridad absoluta", según la declaración final aprobada.
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