Este artículo se publicó hace 15 años.
El cineasta Santiago Lorenzo despliega su "Juguetería" de miniaturas de película
Sillones kilométricos, mesas de dos patas, relojes de arena perpetuos, casas con puertas ridículamente estrechas y aparadores con aspecto de mujer forman parte de la colección de miniaturas de películas que el cineasta e ilustrador Santiago Lorenzo ha presentado hoy en Valladolid.
"Juguetería", que podrá visitarse en la sala de exposiciones de la Iglesia de las Francesas hasta el próximo 8 de diciembre, está compuesta por más de un centenar de piezas, objetos de atrezo, fotogramas, cuadros y dibujos que reflejan el universo de un hombre de imaginación desbordante.
Durante la presentación de la muestra, Lorenzo ha explicado que su colección incluye las obras pertenecientes a los cortometrajes "La cigarra y la hormiga" (2003) y "Duendes de imprenta" (2005), así como piezas de los largometrajes "Mamá es boba" (1997) y "Un buen día lo tiene cualquier" (2007).
Asimismo, se exhiben objetos hasta ahora desconocidos, como un mueble con forma de silbato, un dormitorio al que es imposible acceder o un cajón extra largo.
Definidas por su autor como "esculturas secuenciales", por haber sido creadas para formar parte de un guión, las obras están contextualizadas con explicaciones relativas a la película a la que pertenecen y han sido realizadas con "maniática perfección y minuciosidad", a pesar de que sus formas escapen de las leyes de la lógica y el sentido común.
Lorenzo, que ha reconocido que en estos momentos no está pensando en trabajar en el cine porque no tiene ningún guión, pretende que esta muestra "se mueva por todo el mundo" y ha apuntado que existe la posibilidad de que se fabriquen varios ejemplares en serie de una de las piezas, un curioso mueble con forma de patas de un ciervo.
Entre los objetos más llamativos, también se encuentra una locomotora de cinco ruedas en perpetuo equilibrio inestable, una grúa imposible de utilizar y un mueble-bar secreto realizado con madera de roble.
El autor también ha centrado algunas de sus obras en Gutenberg, inventor de la imprenta, del que ha realizado una figura en pasta de papel y una recreación de su casa.
Durante la presentación de la muestra han intervenido la concejala de Cultura y Turismo del Ayuntamiento de Valladolid, Mercedes Cantalapiedra, y la directora general de Promoción e Instituciones Culturales de la Junta de Castilla y León, Luisa Herrero, quien ha hecho hincapié en el interés de esta exposición, que muestra "la trastienda del cine".
El director vasco es uno de los responsables del resurgimiento del cortometraje español a principios de los años noventa, con una especial relación con Valladolid, escenario de varios de los rodajes de sus películas.
Los éxitos obtenidos en ese campo le llevaron a debutar en el largometraje en 1997 con "Mamá es boba", que se convirtió en un referente del cine escéptico y subterráneo.
Lorenzo reapareció en 2007 con la comedia "Un buen día lo tiene cualquiera" y más tarde creó la empresa "Lana", dedicada a la realización de atrezo y escenografía para cine, teatro y televisión.
Próximamente publicará su primera novela, "Los millones", "escrita con el mismo amor" con el que ha realizado su última exposición, pero con algo más de reflexión, ha confesado.
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