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Los civiles sufren tras una semana de ofensiva israelí en Gaza

Reuters

Por Nidal al-Mughrabi

El número de civiles muertos por la ofensiva israelí en la Franja de Gaza subió el viernes, mientras que los combatientes palestinos anunciaron que se vengarán de la muerte de un alto cargo de Hamás y de su familia.

En el séptimo día del conflicto no había ninguna señal de un cese al fuego, tras la muerte de al menos 425 palestinos y otros 2.000 que han resultado heridos. Además, cuatro israelíes han fallecido a causa de los cohetes palestinos lanzados desde Gaza.

Sin embargo, un responsable palestino dijo a Reuters que Egipto ha contactado con Hamás para un posible cese del derramamiento de sangre. El alto cargo, que no quiso ser identificado y que ha estado en anteriores negociaciones entre Egipto y Hamás, dijo que el objetivo de las conversaciones incluyen promocionar ideas que culminarían en una nueva tregua, tras la ruptura de la anterior el 19 de diciembre después de seis meses.

La agencia de la Naciones Unidas de los refugiados palestinos dijo que la cifra de muertos civiles en Gaza supera el 25 por ciento del número total. Un importante grupo de derechos humanos palestino indicó que se trata de un 40 por ciento.

De los seis fallecidos el viernes en más de 30 ataques aéreos israelíes, cinco eran civiles, según médicos locales.

Un misil mató a tres niños de entre ocho y 12 años cuando jugaban en una calle cerca de Jan Yunis, en el sur de Gaza. Uno de ellos fue decapitado.

"Estas heridas no son heridas de las que se pueda sobrevivir", dijo Madth Gilbert, un doctor noruego en el hospital Shifa de Gaza quien no pudo salvar a otro niño que había perdido ambos pies en la explosión. "Esto es un asesinato. Este es un niño".

Milicianos islamistas lanzaron cohetes hacia el puerto israelí de Ascalón, uno de los cuales rompió las ventanas de un edificio de departamentos. Otra casa fue alcanzada directamente por un misil de largo alcance y varios coches resultaron quemados.

Los milicianos que lloraron al clérigo de línea dura muerto el jueves con sus cuatro mujeres y 11 niños dijeron que todas las opciones, incluidos los atentados suicidas, están ahora abiertas "para golpear en todas las partes a los intereses sionistas".

ESCAPAR

Las Fuerzas Armadas de Israel permanecían apostadas en la frontera de Gaza en preparación para una posible invasión terrestre, a pesar de los llamamientos internacionales para frenar el conflicto.

El líder de Hamás exiliado en Damasco, Jaled Meshaal, dijo en un discurso televisado desde Damasco que están dispuestos a resistir y que podrían secuestrar a más soldados. El soldado israelí Gilad Shalit fue secuestrado hace más de dos años.

La Casa Blanca dijo que Israel debe decidir por sí mismo si emprende la invasión, pero le recordó que cualquier acción debería evitar las víctimas civiles y asegurar el paso de productos humanitarios.

En Ciudad de Gaza, unos pocos cientos de residentes con pasaportes extranjeros subieron a los autobuses antes del amanecer para abandonar la Franja con la ayuda del Comité Internacional de la Cruz Roja, sus gobiernos y permiso israelí.

"La situación es muy mala. Tememos por nuestros hijos", dijo Ilona Hamdiya, una mujer de Moldavia casada con un palestino.

Atrás dejan a 1,5 millones de palestinos que no pueden escapar del conflicto, una ciudad que afronta un nuevo día de bombas, misiles, cortes de electricidad, colas para comprar pan, ventanas con cinta adhesiva y calles llenas de vidrios rotos y escombros.

"No descansaremos hasta que destruyamos a la entidad sionista", dijo el líder de Hamás Fathi Hammad en el funeral de Nizar Rayyan, quien murió a causa de un misil israelí que impactó en su casa el jueves. Rayan, partidario de los atentados suicidas y que había pedido bombardear las ciudades israelíes, es el oficial de más alto rango de Hamás muerto hasta ahora.

El portavoz Ismail Rudwan dijo que "tras este crimen, todas las opciones ahora están abiertas incluyendo operaciones de martirio para impedir las agresiones y para atacar los intereses sionistas en todas partes".

Preparándose para las protestas, Israel selló su frontera con Cisjordania para negar la entrada de palestinos y desplegó una fuerte seguridad en los puestos de control. En las principales ciudades de Cisjordania hubo protestas callejeras. En Ramala, partidarios de Hamás se enfrentaron a los de Al Fatah, calificando a la facción liderada por el presidente palestino con apoyo occidental Mahmud Abas como "colaboradora" de Israel.

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