Este artículo se publicó hace 16 años.
Clara y Consuelo, alegría por su libertad, pero con el recuerdo para los rehenes
Clara Rojas y Consuelo González expresaron hoy, en su primera rueda de prensa en Caracas tras ser liberadas, su alegría por el momento que viven, y dedicaron su recuerdo y ánimos a los que quedaron rehenes en la selva colombiana.
Tras casi seis años en manos de las FARC, la ex candidata a la vicepresidencia colombiana dio ánimos a los que siguen privados de libertad y advirtió que el secuestro es un delito de lesa humanidad.
En un salón del gran hotel caraqueño en la que ambas se hospedan junto con sus familiares, Clara Rojas, siempre de la mano de su madre, respondió a las preguntas de los numerosos periodistas que durante todo el día habían esperado a las dos mujeres entregadas el jueves a una comisión enviada por Venezuela.
"Ánimo. Los llevamos en el alma. Dios quiera que recuperen la libertad en el menor tiempo posible", y cuando eso suceda, "aquí estaremos para recibirlos", dijo la que fue compañera de candidatura de Íngrid Betancourt, secuestrada al mismo tiempo que ella en febrero de 2002 y que sigue cautiva de la guerrilla.
Con su hermano Iván también a su lado, Clara Rojas relató momentos de su cautiverio, como su embarazo y el nacimiento de su hijo, Emmanuel, así como de los días previos a su liberación.
Y habló de Íngrid, de su preocupación por su amiga al saber de un vídeo presentado como prueba de que sigue con vida, pero en el que la ex candidata a la presidencia colombiana aparece encadenada.
"Me duele profundamente, me preocupa su salud y su desánimo crónico", dijo.
Respecto a la propuesta efectuada hoy por el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, de que se retire a las FARC de las listas de grupos terroristas, Rojas respondió que "en principio pareciera una organización delictiva" que, además, "mantiene a personas secuestradas", lo que constituye "un delito de lesa humanidad".
Relató su difícil parto en la selva, su gran alegría al ver por primera vez a su hijo y también cómo fue separada de él en enero de 2005, cuando se le diagnosticó leismaniasis. Del padre, un guerrillero, dijo no saber nada, ni si está vivo, ni si sabe que Emmanuel es su hijo.
Indicó que pidió a los jefes guerrilleros que entregaran el niño a su madre, en Bogotá, pero que "nunca más" tuvo noticias.
Luego, el 31 de diciembre, se enteró por las declaraciones del presidente colombiano, Álvaro Uribe, de que el pequeño probablemente se encontraba al cuidado de un organismo asistencial colombiano.
Clara Rojas dijo que aún no ha decidido con sus familiares cuándo regresará a Bogotá.
Tanto Clara Rojas como Consuelo González de Perdomo, que compareció ante la prensa poco después, dijeron que la guerrilla les sacó del lugar donde estaban presas junto a otros rehenes el pasado 20 de diciembre para emprender una larga marcha por la selva, hasta ayer, día de su liberación.
González de Perdomo, ex congresista colombiana, secuestrada hace más de seis años, abogó ante los periodistas por el intercambio humanitario y una solución negociada al conflicto en su país.
"Sigo creyendo que la solución es política, es negociada", dijo la ex rehén, que compareció acompañada de sus dos hijas.
Consuelo González, quien dijo que volverá a Colombia el próximo domingo, se declaró determinada a emprender acciones a favor del intercambio humanitario para los secuestrados.
Consideró "determinante" la acción del presidente venezolano, Hugo Chávez, a la hora de permitir que ambas recobraran la libertad, y comentó que el 31 de diciembre recibieron "con sorpresa el anuncio del presidente Uribe" de que Emmanuel estaba en Bogotá.
"El 30 teníamos la certeza que nos iban a liberar al día siguiente", manifestó la ex congresista.
"Indiscutiblemente se presentaron acciones de operaciones militares en la zona donde teníamos que movilizarnos que no nos permitieron la llegada al sitio" previsto para la liberación, afirmó.
Preguntada sobre la petición de Chávez de que se considere a las FARC y al ELN grupos insurgentes y no terroristas, la ex congresista dijo que "cualquier acción que permita avanzar en la búsqueda de la paz y el intercambio humanitario es válida".
La ex congresista, quien dijo que "no se alcanza a dimensionar la felicidad" del momento que vive, manifestó que quiere "empezar a aprovechar el tiempo" al lado de su familia, pero también reafirmó su "compromiso ineludible" con el intercambio humanitario.
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