Este artículo se publicó hace 14 años.
Clinton asegura que la filtración es un ataque a EE.UU. y a la comunidad internacional
La secretaria de Estado de EE.UU., Hillary Clinton, condenó hoy en términos duros el "robo" de documentos divulgados en Wikileaks, que considera no solo "un ataque a la diplomacia de Estados Unidos, sino a la comunidad internacional".
"Estados Unidos condena firmemente la publicación ilegal de información clasificada, que pone la vida de personas en peligro, amenaza nuestra seguridad nacional y socava nuestros esfuerzos para trabajar con otros países", dijo Clinton en una breve intervención ante la prensa.
Wikileaks ha divulgado más de 250.000 documentos, algunos de ellos secretos, referidos principalmente a las comunicaciones del Departamento de Estado con más de 270 embajadas, consulados y misiones diplomáticas de EE.UU. en todo el mundo.
Esta revelación "no es sólo un ataque a los intereses de la política exterior estadounidense, es un ataque a la comunidad internacional", un ataque a "las alianzas y negociaciones que hay en marcha a nivel internacional" para buscar la paz y la prosperidad en el mundo, dijo.
Clinton lamentó, además, que la filtración de estos documentos pueda tener "serias repercusiones" para algunas de las personas que están citadas y consideró que no abren un "sano" debate sino que "son una amenaza real, para gente real que dedican su vida a proteger a otros".
Estados Unidos "condena profundamente la publicación de cualquier documento cuya intención era que fuera confidencial, incluidas discusiones privadas entre los socios, o las declaraciones y observaciones personales de nuestros diplomáticos", dijo.
En este sentido, subrayó que la política exterior estadounidense se hace en Washington y no se fija en base a estos mensajes.
"Nuestra política es un asunto público, como se demuestra en nuestras declaraciones y en nuestros actos en todo el mundo", afirmó.
Clinton, quien no quiso comentar el contenido particular de los cables publicados, sí hizo una mención a Irán, uno de los países citados en los documentos.
"No debería ser una sorpresa para nadie que es una gran preocupación no sólo para Estados Unidos" y señaló que algunos de los reportes confirman que Irán es una "seria amenaza" para muchos de sus vecinos y una "seria preocupación" más allá de la región.
Según dijo, la conclusión de dichos informes es que la inquietud que suscita Irán está "bien fundada", es "ampliamente compartida" por otros países y EE.UU. continuará sus esfuerzos para evitar que el régimen iraní adquiera armas nucleares.
La secretaria señaló que en los últimos días ha estado en contacto con los ministros de Exteriores de numerosos países y se mostró confiada de que las relaciones que se han forjado con otras naciones durante el Gobierno del presidente Barack Obama "resistirán este desafío".
Preguntada por la prensa si se ha sentido avergonzada cuando ha hablado con sus colegas sobre los cables filtrados, señaló que la diplomacia es "un toma y daca".
"Es imperativo que tengamos reportes sinceros de aquellos que están en el campo para informar a los responsables de la toma de decisiones en Washington", afirmó.
La secretaria que mantuvo un tono serio y firme durante toda su comparecencia bromeó un momento al afirmar que durante la ronda de llamadas que hizo durante el fin de semana "uno de mis colegas me dijo: no te preocupes, deberías ver lo que hemos dicho de ti".
En un mensaje directo a los ciudadanos estadounidenses y a los aliados estadounidenses señaló que se están tomando "fuertes medidas para atrapar al responsable que ha robado esos documentos".
Además, señaló que se van a tomar "acciones específicas" en el Departamento de Estado y adoptar nuevos protocolos de seguridad para proteger la información que provee su Departamento para evitar que filtraciones como esta se vuelvan a repetir.
El portavoz del Departamento de Estado, Philip Crowley, indicó que hay una investigación abierta y desde hace semanas están revisando quién ha tenido acceso a las redes en las que se encontraban estos documentos.
"Alguien dentro del Gobierno estadounidense, con acceso a esa información, la ha descargado y entregado a personal fuera del Gobierno. Eso es una violación de la ley y es un delito", dijo Crowley que aseguró que se juzgará al responsable.
El portavoz dijo que, de momento, no hay constancia de quejas por parte de ningún país afectado por la publicación de los cables.
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