Este artículo se publicó hace 14 años.
Clinton urge al Reino Unido y Escocia a revisar la decisión de liberar al libio Megrahi
La secretaria de Estado de EE.UU., Hillary Clinton, pidió al Gobierno autónomo de Escocia y al Reino Unido que revisen de nuevo los hechos y las circunstancias que llevaron a la liberación de Abdelbaset al Megrahi, condenado por el atentado de Lockerbie.
En una carta enviada por Clinton a cuatro senadores en respuesta a una misiva en la que pidieron al Departamento de Estado que investigue la influencia de BP en la decisión de enviar a Libia a Al Megrahi, la jefa de la diplomacia estadounidense indica que ha "alentado" a las autoridades escocesas y británicas a que evalúen cualquier información nueva que haya salido a la luz desde entonces.
El Gobierno escocés decidió el 20 de agosto pasado excarcelar a Al Megrahi por razones humanitarias, basándose en informes médicos que hablaban de un cáncer de próstata terminal.
Estados Unidos se opuso entonces a la decisión y hoy mantiene que el hecho de que Al Megrahi pase el resto de sus días en libertad "es un insulto a las familias de las víctimas, la memoria de los que murieron en el atentado de Lockerbie y a todos aquellos que trabajaron incansablemente para garantizar que se haga justicia", señaló Clinton.
La secretaria de Estado destacó que cualquier decisión sobre la posible revisión del caso corresponde tomarla a las autoridades escocesas, pero EE.UU. "mantiene y seguirá manteniendo en nuestras conversaciones nuestra inquebrantable convicción de que Al Megrahi no debe ser un hombre libre".
La polémica surgida en los últimos días acerca del papel de BP en la puesta en libertad de Al Megrahi será abordada mañana entre el presidente de EE.UU., Barack Obama, y el primer ministro británico, David Cameron, cuando se reúnan en la Casa Blanca.
En su momento, Escocia argumentó liberar a Al Megrahi porque padecía un cáncer terminal y le quedaban pocos meses de vida.
Pero el único condenado por el atentado que dejó 270 muertos, la mayoría estadounidenses, al estallar un avión de Pan Am sobre la localidad escocesa de Lockerbie el 21 de diciembre de 1988, sigue vivo y sin señales de que su salud se deteriore.
Según han publicado medios británicos en los últimos días, BP presionó en favor de la liberación del terrorista porque buscaba concesiones petroleras en el golfo libio de Sintra.
Clinton indicó que el hecho de que BP favoreciera una transferencia de presos entre el Reino Unido y Libia es conocido, pero reiteró que la responsabilidad de la puesta en libertad de Al Megrahi era única y exclusivamente del Gobierno escocés y del ministro de Justicia, Kenny MacAskill, quien, si bien rechazó la transferencia, liberó al condenado por razones humanitarias, lo que igualmente facilitó su entrega a Libia.
El Senado estadounidense ha llamado a testificar la próxima semana a ejecutivos de BP y funcionarios del Gobierno británico sobre esa posible influencia.
En este sentido, Clinton ha pedido al ministro británico de Asuntos Exteriores, William Hague, que revise y aborde las preocupaciones expresadas por los senadores en su carta y responda directamente al Congreso de Estados Unidos, a lo que éste ha accedido.
La puesta en libertad de Al Megrahi fue un error, según ha reconocido ahora el embajador británico en Washington, Nigel Sheinwald, pero no hay ninguna prueba que sustente la supuesta vinculación entre gestiones de BP y la excarcelación del libio, de acuerdo con el nuevo Gobierno británico.
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