Este artículo se publicó hace 17 años.
CNMV apoyó la transformación en agencia de valores porque cumplía requisitos
El ex director de Fomento de la CNMV Ramiro Martínez Pardo del Valle aseguró hoy que la CNMV informó favorablemente de la transformación de Gescartera de sociedad gestora de cartera en agencia de valores en 2000 porque, en ese momento, reunía todos los requisitos para ello.
Durante su declaración como testigo ante el tribunal de la Audiencia Nacional encargado del escándalo financiero, Martínez Pardo aseguró que él nunca se encargó de supervisar a Gescartera, que solicitó su paso a agencia de valores hasta en tres ocasiones.
Explicó que en 1997 se creó la dirección general de Fomento de la CNMV, encargada de las autorizaciones a entidades, mientras que la supervisión dependía de Instituciones de Inversión Colectiva, por lo que no conocía el estado financiero ni la actividad de la sociedad.
Apuntó que, antes de 2000, Gescartera solicitó su transformación en agencia de valores en 1993 y 1997, y señaló que estos expedientes pudieron acabar sin que él los viera, bien por desestimiento del solicitante o porque los técnicos no podían recabar toda la información que necesitaban.
Señaló que, aunque no lo sabe con certeza, seguramente Gescartera desistió en su petición en 1993 porque habría algún informe negativo de la dirección de Supervisión.
Añadió que en 1997 desistió porque un informe pedía que se aplazara el expediente de transformación debido a que estaba pendiente una visita de supervisión por una inspección en marcha.
Finalmente, en 2000 Martínez Pardo firmó el informe favorable para la transformación de Gescartera en agencia de valores, documento que fue elevado al Consejo de la CNMV y, posteriormente, al Ministerio de Economía, quien fue quien autorizó el cambio.
Afirmó que cuando firmó la propuesta se cumplían todos los requisitos necesarios para conceder la autorización, como la transformación del objeto social y el cambio de denominación, contar con los recursos propios y un reglamento de conducta personal adecuados y que los accionistas no incumplieran el requisito de idoneidad, entre otros.
Por ello, pidió al dueño de Gescartera, Antonio Camacho, y al apoderado, José María Ruiz de la Serna, que se apartaran de la administración de la agencia de valores, ya que habían sido sancionados por obstrucción a la inspección que le hizo la CNMV en 1999.
"Si el expediente (sancionador) hubiera finalizado como empezó, con faltas graves y sanciones graves, yo no habría podido continuar con el expediente", señaló Martínez Pardo.
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