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Cocaleros bolivianos saludan por adelantado la nueva Carta Magna

Reuters

Por Diego Oré

Banderas tricolores -azul, blanco y negro- saludaron por anticipado el sábado, en el corazón cocalero de Bolivia, la aprobación en referéndum de una nueva Constitución "plurinacional" y socialista.

Nadie dudaba en la región tropical central de Chapare, cuna política del presidente izquierdista Evo Morales, que el "Sí" al cambio constitucional logrará un respaldo mayoritario en el referéndum del domingo, episodio clave de la "refundación" prometida por el líder indígena.

Bonifacio Guillén, uno de los miles de campesinos productores de coca del Chapare, dijo que confía en la victoria "arrasadora" del "Sí", que se sumaría a los tres triunfos electorales sucesivos logrados por Morales y su Movimiento al Socialismo (MAS) desde diciembre de 2005.

El mandatario indígena, único presidente boliviano elegido con mayoría absoluta de votos en casi tres décadas, tiene previsto votar a primera hora del domingo en el pequeño pueblo cocalero de Villa 14 de Septiembre.

Las apacibles calles de Villa 14, como llaman al pueblo sus habitantes, lucían el sábado más banderas "masistas" que carteles a favor del "Sí", en un escenario del cual estaba totalmente ausente alguna señal a favor del "No".

"(Con la nueva constitución) habrá apoyo a los campesinos, antes no había nada. Ahora tendremos el bono Juancito Pinto", dijo Guillén mientras 'pijchaba' (masticaba) coca y sostenía en los brazos a su pequeño hijo.

El menor es uno de los más de un millón de niños bolivianos que recibe ese bono anual de casi 30 dólares, que premia la asistencia escolar y está financiado con las ganancias de la industria petrolera nacionalizada por Morales.

Los cocaleros celebran también que el cambio constitucional pueda consolidar medidas como la expulsión de la agencia antidrogas estadounidense DEA (Drug Enforcement Administration), decidida por Morales en noviembre.

"Antes no nos dejaban ni secar (la coca). Teníamos que hacerlo a escondidas", confesó Facundo Espinoza, un cocalero que vive en el lugar hace 50 años.

"Era humillante", dijo Deysi Flores mientras revolvía con un pie la coca un montón de hojas de coca puestas a secar bajo el ardiente sol.

Edgar Torres, dirigente del MAS en Villa 14, aseguró que la función de la DEA no era necesaria. "Los sindicatos somos el mejor control social", dijo.

El pueblo de Villa 14 respira el optimismo de presentir que con la nueva Constitución su futuro cambiará. "El beneficio (de la nueva Constitución) va a ser para todos nosotros", aseguró Torres.

"Los grandes terratenientes no van a estar de acuerdo, los grandes millonarios menos", agregó Torres repitiendo una mil veces repetida proclama de Morales mientras acariciaba una bandera de Bolivia que reza "la coca no es cocaína".

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