Este artículo se publicó hace 15 años.
De la cola del paro a la de la reventa
Aumentan las empresas y los clientes que ven una oportunidad en la compraventa de objetos de segunda mano
Una vieja Olivetti, un trofeo de caza, una máquina de hacer rosquillas o incluso una báscula de una farmacia. Las vacas flacas no perdonan. Cada vez son más las personas que se ven obligadas a desprenderse de alguna pertenencia en tiendas de segunda mano que se reparten por toda España. Todo vale para llegar a final de mes.
Antes de que abran las puertas a las diez de la mañana en una de estas tiendas en Sevilla ya hay una decena de vendedores improvisados preparados para negociar con su mercancía. Fernando es una de estas personas. Tiene el número uno. Es albañil, y está en paro. Para él es la primera vez: "La verdad es que nunca había venido, pero me enteré, y como está la cosa tan mal, me he traído unos prismáticos de visión nocturna, una chaqueta buena, un reloj de marca y dos móviles viejos, a ver si me dan parar tirar al menos una semanita". Ha sacado algunas cosas del trastero: "Ahora no tengo más remedio, me conformaré con lo que me den, vengo a dejarme engañar", reconoce.
En los últimos meses las tiendas han notado una mayor afluencia de clientes
Dinerillo extra
En la fila también hay gente joven dispuesta a pasar frío con tal de vender y conseguir un dinero extra. Ramiro es uno de ellos. Hoy llegará un poco más tarde a sus clases de Economía por intentar deshacerse de una cámara de vídeo que le han regalado. "Voy a ver lo que me dan, si llegan a los 40 euros, se la dejo; si no, me la llevo. Sólo quiero ganarme un dinerillo para algún capricho, que la cosa está muy mala", explica.
El mercado de la compra-venta de artículos de segunda mano en España está haciendo su agosto. A pesar del descenso generalizado en el consumo, el repunte en las cifras de negocio "han subido considerablemente en los últimos meses", según afirma Álex de Reguero, director de marketing de Cash Converters, la única franquicia mundial especializada en este sector. "A nosotros también nos afecta la crisis, ya que a menor consumo de la población, menor desembolso. Pero sí que es verdad que en los últimos tres meses hemos notado mucha más actividad".
Este sistema de negocio está muy implantado en países como Inglaterra, EE.UU o Australia
En España, destacan otras dos grandes empresas. Además de comprar y vender, Second Company permite hacer trueques a la vieja usanza. Otra más, Daily Price, con más de 900 tiendas repartidas por Europa, se dedica en exclusiva a compra-venta de películas, música y videojuegos.
El mecanismo de estas tiendas es muy sencillo. El cliente acude con el producto que quiere vender (tiene que estar en buenas condiciones) y, tras pactar el precio de venta, recibe el dinero en ese mismo momento y al contado. Para evitar fraudes o la dudosa procedencia de algunos productos, la empresa no los pone a la venta hasta que pasan un control policial que certifica que su venta es legal.
Desde el extranjero
Las tiendas de compra-venta de artículos de segunda mano llegaron a las capitales españolas bastante tiempo después de estar totalmente implantadas en otras ciudades del mundo. Cómo explica Álex de Reguero, "este mercado estaba, en parte, estigmatizado en España; se prefería regalar lo que fuera que parecer que esa persona necesitaba venderlo". Sin embargo, poco a poco los españoles han ido copiando los ejemplos de Sudáfrica, Australia, o Inglaterra, referentes mundiales en este tipo de comercio.
Las pequeñas empresas también han visto oportunidades en las cosas que ya no sirven o que guardamos en casa "por si acaso". Es un negocio en alza, tanto para los empresarios, como para los clientes. Es el momento de sacar el vendedor que llevamos dentro.
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