Comienza la batalla por Milán y Nápoles en las elecciones municipales italianas

La batalla por las alcaldías de Milán y Nápoles, fundamentales para la estabilidad del primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, comenzó hoy con la apertura de los colegios para la segunda vuelta de los comicios municipales y de diputaciones provinciales.

Los colegios permanecerán abiertos desde las 08.00 horas locales (06.00 GMT) hasta las 22.00 (20.00 GMT) y volverán a abrir mañana a la misma hora hasta las 15.00 horas (13.00 GMT), cuando comenzará el recuento.

La segunda vuelta, para la que han sido llamados a las urnas más de 5,5 millones de electores, debe decidir el desempate en seis diputaciones provinciales y en 87 alcaldías, entre ellas las de Nápoles y Milán, ésta última feudo y centro mediático y financiero del primer ministro.

La candidata de Berlusconi a la alcaldía milanesa, Letizzia Moratti, que obtuvo un 41,58 por ciento en la primera vuelta, podría caer ante Giuliano Pisapia, procedente del partido Refundación Comunista y candidato ahora por el opositor Partido Demócrata (PD), que obtuvo el 48,04%.

Ante la posibilidad de perder la alcaldía de la capital económica del país tras 20 años bajo su control, Berlusconi llegó incluso a plantear el traslado de dos ministerios a Milán, entre otras cosas, para mantener contentos a sus socios de la Liga Norte (LN).

Tampoco la alcaldía de la ciudad meridional de Nápoles está clara, pues el candidato del centroderecha, Gianni Lettieri, se alzó con el 38,55% de los votos, frente al 27,44 % del representante del opositor partido Italia de los Valores (IDV), el magistrado Luigi de Magistris.

En la capital de la región de la Campania, el batacazo fue para el opositor PD, que, después de 15 años al frente de la alcaldía, logró un 19,21% tras el desgaste sufrido por los numerosos escándalos de corrupción internos y su mala gestión de las crisis de las basuras que han azotado la ciudad.

Los votantes del PD, sin embargo, podrían apoyar al IDV en esta vuelta, tras la intervención anoche de Berlusconi en esta ciudad en la que aseguró que si pierde en Nápoles y en Milán "el Gobierno no caerá".