La Comisión Presupuestaria del Bundestag, el parlamento federal, ha cerrado hoy los presupuestos generales de Alemania para 2012 con un volumen total de 306.200 millones de euros.

Los presupuestos de Alemania para el año próximo, que serán aprobados en dos semanas por el pleno del Bundestag, contemplan un nuevo endeudamiento de 26.100 millones de euros, 1.100 millones menos de lo calculado inicialmente en el borrador del ministro federal de finanzas, Wolfgang Schäuble.

Tras mas de diez horas de debates, los partidos de la coalición gubernamental -cristianodemócratas (CDU), socialcristianos bávaros (CSU) y liberales (FDP)- impusieron esta madrugada su mayoría al resto de las formaciones con representación parlamentaria para aprobar el documento.

Después de reducir este año el nuevo endeudamiento a 22.000 millones de euros gracias a la buena coyuntura económica y los ingresos fiscales suplementarios, el alza prevista del mismo en 2012 hasta 26.100 millones supone un frenazo a la política para recortar la deuda.

Esto se debe al enfriamiento de la coyuntura y los riesgos suplementarios derivados de la crisis de la zona del euro, así como a los costes suplementarios presupuestados a última hora como un aumento de las inversiones.

Estas se elevarán a 26.860 millones de euros, 460 millones mas de lo presupuestado inicialmente, mientras que se calcula que los ingresos fiscales se elevarán a 249.189 millones de euros, a lo que hay que sumar otros 30.910 millones de euros procedentes de privatizaciones.

"El volumen total de los presupuestos federales es el mas ajustado posible y cumplirá sobradamente con los preceptos del freno a la deuda", señalaron los portavoces presupuestarios de la Unión y los liberales, Norbert Barthle y Otto Friecke, esta mañana.

Por su parte, el opositor socialdemócrata Carsten Schneider dijo que "el balance de los debates presupuestarios es un testimonio de la pobreza de la coalición y del titular de Finanzas, Wolfgang Schäuble".

A juicio de la oposición socialdemócrata es criticable que, pese a un apreciable aumento de los ingresos fiscales, el año próximo habrá que asumir mas deuda nueva que en el presente y que la anunciada rebaja fiscal tenga que financiarse a crédito.