Este artículo se publicó hace 15 años.
Una comisión del parlamento alemán investigará el bombardeo de Kunduz
El Bundestag (cámara baja) decidió hoy establecer una comisión parlamentaria para investigar el bombardeo en la región afgana de Kunduz en septiembre pasado, en el que murieron 142 personas, y por el que dimitió el titular de Trabajo y ex ministro de Defensa Franz-Josef Jung.
Los parlamentarios decidieron que la comisión de Defensa del Bundestag se convierta en comisión de investigación parlamentaria, órgano que celebrará su primera sesión el próximo 16 de diciembre.
La comisión analizará los detalles del bombardeo, sobre el que el Ministerio de Defensa ocultó informaciones, como la existencia de víctimas civiles.
El caso acabó costando el cargo a tres personas: el inspector general de las fuerzas armadas y jefe del Estado Mayor, Wolfgang Schneiderhan, el secretario de estado de Defensa, Peter Wichert, y, tras titubeos, al propio Jung.
La oposición no ha excluido la posibilidad de que, además de las personas directamente implicadas y el actual ministro de Defensa, Karl-Theodor zu Guttenberg, sea llamada a declarar la canciller federal, Angela Merkel.
La oposición socialdemócrata y del partido de La Izquierda no descartan la posibilidad de convocar una segunda comisión de investigación, para el caso de que la de Defensa se celebre exclusivamente a puerta cerrada, algo a lo que tiene derecho, salvo que una mayoría de diputados decida lo contrario.
El secretario de organización del grupo parlamentario socialdemócrata, Thomas Oppermann, afirmó que la población se merece conocer todos los detalles que no afecten a la operativa militar.
En los últimos días han aparecido informaciones, según las cuales la Cancillería habría estado informada en todo momento de la existencia de víctimas civiles, algo que otros socios de la OTAN habían asegurado nada más producirse el ataque, el pasado 4 de septiembre.
La operación se produjo a petición del jefe de la base alemana en Kunduz, Georg Klein, quien ordenó a un caza estadounidense el bombardeo de dos camiones cisterna cargados de combustible secuestrados por insurgentes talibán.
Los camiones habían quedado embarrancados en el cauce del río Kunduz, a cuatro kilómetros de la base alemana.
Según informaciones que publica hoy del diario "Süddeutsche Zeitung", Merkel estuvo en todo momento al tanto de los detalles del ataque, si bien no habló hasta cuatro días después de la posibilidad de que hubiera víctimas civiles.
En una intervención ante el parlamento, el 8 de septiembre, Merkel lamentó públicamente la posibilidad de muertes civiles, si bien lo hizo después de que ese mismo día la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF) reconociera que el bombardeo "mató e hirió" a civiles y anunciara el nombramiento de un equipo de investigación.
Los hechos se produjeron en plena campaña electoral alemana, lo que, según la oposición, podría ser uno de los motivos por los que se mantuvo en secreto la existencia de víctimas civiles.
El nuevo gobierno de centroderecha de Merkel ha pasado ahora a la ofensiva y la canciller, al igual que Guttenberg, se ha comprometido a esclarecer "totalmente" las circunstancias y asumir "responsabilidad" sobre los posibles errores de la operación.
Guttenberg, quien nada más asumir el cargo todavía habló de una operación "adecuada", pese a que se cometieran errores de gestión, ha adelantado que, a la luz de nuevos informes, previsiblemente tenga que corregir esta opinión.
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