Este artículo se publicó hace 16 años.
Condena de Occidente a la decisión rusa de reconocer la independencia de Osetia del Sur y Abjasia
La decisión de Rusia de reconocer la independencia de las regiones georgianas de Osetia del Sur y Abjasia desató hoy la condena de Occidente, pese a lo cual Moscú aseguró que no teme a la perspectiva de una nueva Guerra Fría.
Tras el anuncio al respecto del presidente ruso, Dmitri Medvédev, desoyendo las opiniones contrarias de Occidente, la secretaria de Estado de EEUU, Condoleezza Rice, calificó de "deplorable" el reconocimiento de Moscú de Osetia del Sur y Abjasia, que "coloca a Rusia en contradicción con una resolución del Consejo de Seguridad (de la ONU), del que es parte".
Rice seguía así la línea de lo expresado la víspera por el presidente estadounidense, George W. Bush, quien instó al Gobierno ruso a no reconocer dichas independencias y a respetar la integridad territorial de Georgia, aliado clave de EEUU en el Cáucaso.
En el mismo sentido, la OTAN, a la que Georgia aspira a integrarse, alertó de que las acciones de Rusia en las últimas semanas, incluido el reconocimiento de hoy, "ponen en duda" su compromiso "con la paz y la seguridad en el Cáucaso".
El secretario general de la Alianza, Jaap de Hoop Scheffer, aseguró que la decisión de Moscú supone una "violación directa de numerosas resoluciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas sobre la integridad territorial de Georgia", unas "resoluciones que la propia Rusia ha apoyado",
Ya la semana pasada, los ministros aliados de Exteriores acordaron revisar las relaciones de la OTAN con Moscú, al considerar "desproporcionada y contraria con su papel de mantenimiento de la paz" en la zona la intervención militar de Rusia en Georgia por Osetia del Sur, ante lo cual el Kremlin decidió suspender sus programas de cooperación militar con esa organización.
Frente a todas las críticas, Medvédev afirmó hoy: "No tenemos miedo a nada, ni siquiera a la perspectiva de una 'guerra fría', aunque no la queremos (...) En esta situación todo depende de la postura de nuestros socios de la comunidad mundial".
Por su parte, la Unión Europea, que celebrará el lunes una cumbre extraordinaria de jefes de Estado y de Gobierno sobre la crisis en Georgia y el futuro de las relaciones con Moscú, criticó la decisión rusa sobre la independencia de Osetia del Sur y Abjasia.
La Presidencia francesa de turno de la UE condenó "firmemente esta decisión", que "es contraria a los principios de independencia, soberanía e integridad territorial de Georgia" y reiteró el objetivo de lograr "una solución política" a esos conflictos.
Por países, Francia, a través de su ministro de Exteriores, Bernard Kouchner, condenó "firmemente" la decisión de Moscú porque "pensamos que (el reconocimiento) es contrario evidentemente a la integridad territorial de Georgia y no podemos aceptarlo".
La canciller alemana, Angela Merkel, calificó de "totalmente inadmisible" y "contraria a las normas del derecho internacional" el reconocimiento de las independencias de Abjasia y Osetia del Sur.
Con los adjetivos de "inaceptable e injustificable" se refirió el ministro británico de Asuntos Exteriores, David Miliband, a la postura de Rusia, pues "nosotros apoyamos completamente la independencia y la integridad territorial de Georgia, que no puede cambiarse con un decreto de Moscú".
Su colega italiano, Franco Frattini, indicó que la decisión de reconocer, "sin el respaldo de la legalidad internacional", esas independencias "complica un contexto ya bastante difícil" y alertó del riesgo de una "balcanización" en el Cáucaso.
El titular español de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, reiteró la necesidad de respetar "plenamente los principios del derecho internacional, en particular el de la integridad territorial de los Estados, en este caso, de Georgia".
Bélgica advirtió de que la "decisión unilateral" de Moscú puede crear un "precedente peligroso".
Instituciones europeas como el Consejo de Europa, del que Rusia y Georgia son miembros, condenaron la postura de Moscú, pues ese reconocimiento "unilateral (...) viola la integridad territorial" de Georgia y socava las perspectivas de una solución negociada de la dispuesta sobre el futuro estatuto de ambas regiones.
También la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) aseguró que Moscú "ha violado los principios fundamentales" de este organismo" porque, como el resto de los miembros, "Rusia está obligada a respetar la soberanía y la integridad territorial de los demás países".
Las críticas también llegaron de naciones de la antigua órbita comunista, como Bulgaria y Rumanía, que defendieron la integridad territorial de Georgia.
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