Este artículo se publicó hace 17 años.
La conferencia de Sirte continúa bloqueada pese a los esfuerzos de la ONU y la UA
La conferencia de paz sobre el Darfur sudanés sigue bloqueada al segundo día de haber comenzado, pese a los esfuerzos emprendidos por las Naciones Unidas y la Unión Africana (UA) para lograr la participación de todos los movimientos rebeldes.
Los seis grupos de la rebelión en Darfur, que participan en la reunión, solicitaron hoy la suspensión de los debates para requerir de los principales grupos rebeldes que se sumen a la conferencia.
La reunión de Sirte se abrió el sábado con la ausencia del Movimiento para la justicia y la igualdad (MJI) y del Movimiento de liberación de Sudán (MLS), los más representativos de la rebelión sudanesa.
Su ausencia fue considerada por el líder libio, Muamar Al Gadafi, como el "fracaso" de la reunión, a la que tan sólo asisten seis de las doce formaciones de la rebelión, que se consideran marginales.
Estas seis formaciones pidieron hoy al emisario de la ONU, Jan Eliasson, y al de la UA, Salim Ahmed Salim, que negocien con los grupos ausentes su participación "porque sin todas las partes concernidas por el conflicto no es posible llegar a la paz", según un comunicado.
Hasta ahora el único resultado al que llegó la reunión de Sirte fue la declaración unilateral del Gobierno de Jartum de establecer un alto el fuego en Darfur como medida destinada a promover la paz en esa región martirizada.
Incluso esa decisión del Gobierno sudanés fue puesta en tela de juicio por los disidentes llegados a Sirte, quienes afirmaron que otros intentos de llegar a un cese de las hostilidades no habían dado ningún resultado.
La tarea de mediación de Eliasson y Ahmed Salim se complicó desde el primer momento porque la rebelión sudanesa se fragmentó en doce movimientos surgidos de escisiones en el seno del MJI y del MLS, cuyos líderes Khalid Ibrahim y Abdelwahab Nur decidieron no acudir a Sirte.
"La rebelión no tiene una sola cabeza y poner de acuerdo a todas sus partes es una tarea complicada que todavía no ha sido posible", admitió hoy ante la prensa un portavoz de Naciones Unidas.
Por ello el interrogante que formularon los observadores diplomáticos es saber si la convocatoria se hizo precipitadamente y sin tener la seguridad de que asistirían a ella los principales protagonistas en el conflicto de Darfur.
En mayo de 2006 ya había fracasado un intento de llegar a la paz fomentado en solitario por la Unión Africana, cuando convocó una conferencia en la ciudad nigeriana de Abuya para presentar un acuerdo que contemplaba la desmilitarización de la guerrilla.
El acuerdo de Abuya tan solo fue suscrito por un grupo rebelde, una de las facciones del MLS dirigida por el jefe tribal Minni Minnawi, mientras los otros movimientos lo rechazaron y lo consideraron inválido.
Eliasson declaró esta tarde que no tiene la intención de clausurar el encuentro sin que éste haya sentado las bases de un compromiso entre el Gobierno sudanés y los rebeldes, enfrentados desde febrero de 2003 en una guerra civil que se ha cobrado 200.000 muertos y más de dos millones de refugiados.
La ONU no quiere dar su brazo a torcer ante la inminencia del despliegue en Darfur, en diciembre próximo, de una fuerza militar conjunta con la UA de 26.000 hombres destinada a proteger a los refugiados.
La creación de ese contingente fue aprobada por el Consejo de Seguridad y negociada con el presidente de Sudán, Omar Al Bachir, pero, si no se formaliza un alto el fuego entre todas las partes, es posible que se retrase la constitución de la fuerza internacional de contención.
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