Este artículo se publicó hace 14 años.
El Congreso de EEUU investiga la llamada a revisión de Toyota
Toyota Motor afronta una investigación del Congreso por la mayor llamada a revisión de vehículos de su historia, mientras inversores y consumidores evalúan el impacto de la detención sin precedentes en la producción de Estados Unidos de la mayor automotriz del mundo.
El presidente de la Comisión de Energía y Comercio de la Cámara de Representantes, Henry Waxman, dijo que el próximo mes se celebrará una vista para considerar "la rapidez y eficacia" de la compañía para responder a las quejas sobre aceleración involuntaria y peligrosa.
"Como muchos consumidores, estoy preocupado por la gravedad y el alcance de los recientes anuncios de revisión de Toyota", dijo Waxman en un comunicado.
La inusual acción del Gobierno estadounidense se produce horas después de que la llamada a revisión de Toyota, por problemas de aceleración, se extendiera para incluir a China y Europa.
el de mayor éxito en ventas -, tras presiones de los reguladores.
La compañía, reputada por su dedicación a la calidad, podría haber llamado a revisión unos ocho millones de vehículos en los últimos meses, por problemas con los pedales, que se quedan atascados, y las alfombrillas, un número superior a la cantidad de autos y camionetas que vendió en el mundo en 2009.
En Tokio, algunos estaban preocupados por el efecto que el caso podría tener en la imagen y la economía de Japón.
"Si Toyota vive tiempos difíciles, hay una alta probabilidad de que Japón también los viva", dijo Takeo Namekata, de 62 años. "Especialmente sufrirá el comercio", agregó.
REPUTACION MANCHADA
Los analistas consultados dicen que el impacto financiero dependerá de cuánto tiempo esté cerrada la producción por los problemas de seguridad y de si los leales clientes de Toyota comienzan a abandonar la marca, un tema debatido en bitácoras y foros en Internet.
"Sé que en un año o algo así tendré que comprar otro vehículo, y es posible que compre uno usado", dijo un lector de The Consumerist que se identificó como theblackdog.
"No creo que pueda confiar en comprar un Toyota usado fabricado en 2005 o después, así que supongo que quitaré a Toyota de mi lista", agregó.
Otros, sin embargo, aplaudieron la respuesta de Toyota.
"Aunque la reputación de Toyota ha sido manchada desde que comenzaron las llamadas, la compañía está enviando un mensaje de que le preocupa más la seguridad que los ingresos", dijo DREA en Business Pundit. "Apuesto a que a largo plazo, esta medida haya valido la pena", agregó.
Las acciones de Toyota han caído un 17,6 por ciento desde el 21 de enero, cuando anunció que extendía la llamadas a 2,3 millones de vehículos. Las acciones terminaron con una caída de 2 por ciento en Tokio el viernes.
EVALUANDO EL DAÑO
Los analistas de la industria y los ejecutivos consultados estiman que costará unos 250 millones de dólares sólo en costes de garantía el abordar la menor de las dos llamadas en progreso en Estados Unidos.
La automotriz también afronta las consecuencias de un revisión mayor que comenzó el año pasado y que se amplió esta semana a vehículos en riesgo de tener alfombrillas que pueden atascarse bajo el pedal del acelerador.
Luego están los costos aún desconocidos de la pérdida de producción, el apoyo financiero a los concesionarios y los incentivos de venta que la compañía ha dicho a sus distribuidores que está considerando en un intento por evitar que los clientes sean seducidos por sus rivales.
Además, Toyota se enfrentará con las demandas de personas que reclamen que sufrieron lesiones por los defectos o las llamadas demandas de clase a nombre de consumidores que digan que la crisis afectó el valor de sus vehículos, dijeron analistas.
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