Público
Público

El Consejo Seguridad preocupado por dificultades de los observadores en Siria

EFE

La preocupación crece entre los miembros del Consejo de Seguridad de la ONU ante las dificultades que afronta el equipo inicial de observadores desplegado en Siria y mientras esperan a conocer la propuesta del secretario general, Ban Ki-moon, para desplegar una misión completa en el país.

"Hay razones para estar preocupados", dijo hoy ante la prensa la presidenta de turno del Consejo de Seguridad, la embajadora estadounidense Susan Rice, quien subrayó que la avanzadilla de observadores militares autorizada el sábado por el Consejo tiene "dificultades para operar con la libertad que necesita".

Rice se hizo eco así de la intranquilidad existente entre los miembros del máximo órgano de decisión de la ONU acerca de si esa primera misión puede funcionar y, sobre todo, si se darán las condiciones sobre el terreno para que se pueda enviar a Siria un equipo completo para comprobar el cumplimiento del alto el fuego.

La continuación de las ofensivas en Siria pese al cese de las hostilidades acordado entre las partes y la presencia de la avanzadilla de observadores, sumadas a las dificultades que vive la misión inicial para efectuar su trabajo, no son buenas señales, según el Consejo.

Con esos elementos de fondo y la incógnita acerca de si se podrá completar el envío de observadores, el Consejo de Seguridad espera recibir a última hora de hoy por escrito la propuesta de Ban para conformar la misión completa que la ONU tiene la intención de desplegar en Siria.

Será ya el jueves en la mañana cuando sus miembros analicen el contenido de la misión ideada por Ban, junto a miembros tanto del equipo del enviado especial Kofi Annan como del Departamento de Operaciones de Paz de Naciones Unidas (DPKO).

Así lo explicó Rice, quien avanzó que el Consejo de Seguridad mantendrá consultas mañana con el francés Jean-Marie Guéhenno, asistente de Annan, y con el guatemalteco Edmond Mulet como representante del DPKO.

El Consejo no tomará ninguna medida para implementar la propuesta de Ban hasta la próxima semana, cuando reciba un nuevo informe de Annan, cuyo plan de paz deben cumplir el Gobierno de Bachar al Asad y la oposición ante la mirada de los observadores de la ONU.

"Tras escuchar a Annan, podremos determinar si se dan las condiciones necesarias sobre el terreno: el cese sostenido de la violencia y la habilidad del contingente de moverse libremente. Ahora mismo existen preocupaciones en ambos sentidos", dijo Rice.

La presidenta del Consejo no quiso entrar a valorar la cifra de 250 observadores que podría contener una eventual misión y pidió calma hasta conocer la propuesta en firme de Ban, quien el lunes avanzó desde Europa su intención de proponer ese número "pese a no ser suficiente".

La cuestión sobre la cifra reside en que Damasco considera que no se necesitan más de 250 observadores y además el régimen quiere arrancar un compromiso a la ONU para que el personal provenga de países como Brasil, Rusia, India, China o Sudáfrica.

Rice evitó manifestarse a ese respecto, pero alertó de que "cualquier misión de la ONU, en cualquier parte del mundo, necesita actuar con independencia, libertad de movimiento y comunicación, todas las libertades tradicionales que se necesitan para lograr una presencia efectiva y neutral de Naciones Unidas".

Añadió que "no podemos aceptar una serie de circunstancias en Siria que no aceptaríamos en ninguna otra parte y que violarían más de 65 años de buenas prácticas y principios de la ONU".

El equipo de observadores militares no armados de Naciones Unidas, dirigido por el coronel marroquí Ahmed Himmiche, se encuentra en Siria desde hace tres días para supervisar la aplicación del plan de paz de Annan.

Pese a su presencia, las fuerzas gubernamentales lanzaron este miércoles ataques y practicaron detenciones contra los rebeldes en Homs (centro), Idleb (norte), Deraa (sur) y los alrededores de Damasco, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos y los opositores Comités de Coordinación Local.

Desde que comenzaron las protestas contra el régimen de Al Asad, en marzo de 2011, más de 9.000 personas han muerto, 200.000 se han visto desplazadas a otros lugares del interior del país y unas 30.000 se han refugiado en países limítrofes, según datos de la ONU.

¿Te ha resultado interesante esta noticia?

Más noticias