Este artículo se publicó hace 16 años.
Las constructoras piden un pacto de infraestructuras frente a la incertidumbre del 9-M
El presidente de la Asociación Nacional de Empresas Constructoras de Obra Pública (Aerco), Jesús Sancho Rof, ha reclamado un pacto de Estado de infraestructuras en vísperas de las elecciones generales del 9 de marzo, cita que es vista con incertidumbre en un sector que depende de la licitación pública.
En una entrevista con Efe, Sancho Rof explicó que, pese al previsible parón en la licitación de obra pública motivado por la celebración de comicios, los asociados de Aerco (38 empresas de 14 comunidades autónomas) esperan cerrar 2008 con un crecimiento de la facturación de entre el 20 y el 30 por ciento.
Según el presidente de Aerco, esto será posible gracias al aumento del presupuesto destinado para este año a los ministerios de Fomento y Medio Ambiente, principales licitadores de obra, y a que las administraciones autonómicas y locales compensarán la eventual caída de la actividad por parte de Estado.
En 2007, año de elecciones locales y autonómicas, los importes licitados por ayuntamientos y comunidades autónomas disminuyeron el 23,8 y el 18 por ciento, hasta 11.347,4 y 13.159,2 millones de euros, respectivamente, mientras que la Administración Central adjudicó obras por 22.595,8 millones, el 38,9 por ciento más.
La patronal de las grandes constructoras, Seopan, prevé que la celebración de elecciones generales este año signifique una caída del 15 por ciento en la licitación de obra pública, una estimación que comparte Aerco.
Pero para Sancho Rof no es tan preocupante una bajada de actividad puntual en este año electoral, como la incertidumbre de que proyectos en marcha o ya aprobados puedan verse paralizados con la llegada de un gobierno de signo político diferente.
"Imagina que gana el PP y dice que vuelve al trasvase del Ebro y acaba con las desaladoras", pone como ejemplo el presidente de Aerco, para quien un pacto de infraestructuras es "un tema de supervivencia del país, independientemente de quien gobierne".
"Durante el Gobierno de Felipe González, con Borrell como ministro (de Obras Públicas y Urbanismo,) se aprobó un plan que contemplaba más trasvases de los que luego ideó el PP, y después resulta que el gobierno socialista dice que no hay más trasvases", recuerda Sancho Rof.
Por esta razón, cree que es necesario establecer un mapa con las prioridades en materia de ferrocarriles, carreteras y agua, en el que no sólo deberían estar implicados PSOE y PP, sino también los demás partidos, en especial los nacionalistas.
"El AVE es una prioridad, pero se está haciendo un AVE que parece un mercancías, con paradas en todos los pueblos", dice Sancho Rof, que añade que en Cataluña fue CiU la que "se empeñó en que el AVE tenía que parar en el centro de Barcelona".
Otra cuestión que debería resolver el Gobierno, a juicio de Sancho Rof, es el problema de las rebajas en los concursos de obra pública, que en algunos casos llegan a ser de hasta el 30 o el 40 por ciento del importe inicialmente previsto, lo que impide a las empresas de menor tamaño participar en igualdad de condiciones.
"La empresa grande te puede aguantar una baja, pero la pequeña no puede, aparte de que esas bajas luego son mentira, porque se traducen en modificaciones", explica en referencia a las frecuentes revisiones al alza de los contratos que se han adjudicado con rebaja.
En este sentido recordó que la nueva Ley de Contratos del Sector Público, que entrará en vigor en mayo, contempla la subasta electrónica, cuya aplicación a la contratación de obra pública "puede ser un disparate", dado que podría fomentar la presentación de ofertas anormalmente bajas.
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