Este artículo se publicó hace 15 años.
El cónsul de Brasil interviene en un caso de acoso escolar
Los niños inmigrantes son los blancos más fáciles para los acosadores
El supuesto acoso escolar a dos niños brasileños en un colegio público de Tres Cantos (Madrid) ha llegado hasta la Embajada de Brasil, que ha decidido tomar cartas en el asunto. La brasileña Mónica Patusca, harta de ver cómo sus dos hijos sufrían acoso escolar en el colegio, llamó a la Embajada de su país y el cónsul general en España, Gelson Fonseca, decidió intervenir y llamó personalmente a la directora del centro para exigir explicaciones.
"El Consulado ha apoyado, en el marco de nuestra competencia, las demandas de la señora Patusca. Es nuestra actitud invariable y firme garantizar el apoyo consular a todos los brasileños que viven en España", señala Fonseca.
El colegio, en cambio, niega que haya un caso de acoso. La madre quiere cambiar a sus hijos de centro, pero a mitad de curso no es posible.
Los niños inmigrantes (en España hay más de 600.000 cursando estudios no universitarios) son los blancos más fáciles para los acosadores. Un informe de la Fundación Encuentro señala que el 30% de estos menores sufre agresiones físicas y verbales por parte de sus compañeros.
Los hijos de Mónica son Carlos Henrique, de 12 años, y Anna Karina, de 9. El primero estudia 6º de Primaria y la niña está en 3º. "Llegaron a España el pasado diciembre y el primer día que fueron a clase ya empezaron los problemas", relata su madre en una cafetería de Madrid.
Agresión a los dos hermanosSegún la versión de Mónica, un grupo de niños del mismo centro hostiga desde el pasado diciembre a sus hijos, sobre todo al niño. "Han agredido a Carlos Henrique, le han tirado barro, le han roto los trabajos del colegio, le han acusado de manera falsa de robar un reloj...", enumera su madre. A la niña uno de los agresores le llamó una vez "peruana de mierda" y también la pegaron. "Pero ella es muy valiente y supo defenderse", agrega Mónica. La madre ofrece como prueba el parte médico de la agresión y también una denuncia interpuesta ante la Guardia Civil.
"Los niños fueron castigados y a partir de ahí empezaron a vengarse"Ella cree que el origen de todo está en el primer día que Carlos Henrique acudió a clase. "En el comedor escolar, dos niños le pusieron toda su comida en su plato. Él me lo contó y yo fui al día siguiente al colegio. Los niños fueron castigados y a partir de ahí empezaron a vengarse", cuenta. El hostigamiento llegó a tal punto que los cabecillas del grupo agresor amenazaban a otros niños si hablaban o jugaban con Carlos Henrique.
En el colegio, al supuesto acosado le hicieron el test AVE (Acoso y Violencia Escolar), que mide el grado de bullying (el término en inglés para denominar las agresiones psíquicas y físicas a alumnos dentro de los centros escolares). A raíz de los resultados, la inspección de la Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid consideró que el niño no sufre acoso escolar grave, pero sí que reconoce que el crío podría encontrarse en una fase inicial de dicho acoso. En cambio, una psicóloga privada del gabinete Altair Psicología le hizo el mismo test y los resultados del índice global de acoso salieron altísimos.
Para Ferran Barri, psicólogo y presidente de la asociación SOS Bullying, hay que intervenir ya desde la fase inicial de acoso. "El acoso escolar es un proceso, empieza con tentativas. Ojalá todos los casos pudiesen ser detectados en su fase inicial", explica. Las cifras sobre cuántos niños (españoles e inmigrantes) sufren acoso escolar difieren desde organizaciones que hablan de un 4% hasta otras que lo disparan hasta el 30%. "En cualquier caso, estaríamos hablando de centenares de miles de niños. No hay que hablar de cifras, sino de que cada caso es un drama familiar", señala Barri.
Encarna García, presidenta de la Asociación contra el Acoso Escolar de Asturias cree que "por desgracia, la única solución que existe es cambiar al acosado de colegio". "Habría que castigar a los acosadores", señala García. A su asociación apenas han llegado casos de acoso a niños inmigrantes. Ella considera que lo sufren más los crios que, por ejemplo, tienen una enfermedad.
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