Este artículo se publicó hace 16 años.
El consumo y la construcción lastran el crecimiento, que se modera al 2,7 por ciento
El ajuste en el sector de la construcción y la fuerte moderación del consumo de los hogares lastraron el crecimiento de la economía española, que en el primer trimestre del año se redujo ocho décimas, hasta el 2,7%, su cifra más baja desde 2002.
Los datos de Contabilidad Nacional publicados hoy por el INE muestran que la economía sólo creció el 0,3% respecto del trimestre precedente, su menor aumento desde 1995.
El empleo aumentó en los últimos doce meses hasta marzo sólo el 1,7%, lo que equivale a la creación de 322.000 puestos de trabajo a tiempo completo en un año, mientras que la productividad se aceleró una décima y aumentó el 1%.
La economía española continúa así con la desaceleración que inició en el segundo trimestre de 2007 y se ha agudizado en los primeros tres meses de 2008, a pesar de lo cual el Gobierno no espera que se lleguen a registrar tasas negativas en los próximos trimestres, según el secretario de Estado de Economía, David Vegara.
Pese a la fuerte desaceleración, Vegara dijo que el Gobierno mantiene su previsión de crecimiento del 2,3% en el conjunto del año. Para que sea posible deberá haber crecimientos trimestrales superiores.
No obstante, Vegara aseguró que, con los datos que tiene el Gobierno, "ninguna información apunta" a que la economía española registre un decrecimiento en los próximos trimestres y confió en que se produzca una mejora, aunque reconoció que no puede responder taxativamente a la pregunta de si el crecimiento intertrimestral ha tocado suelo con el 0,3%.
La desaceleración económica se produce por una menor demanda interna -consumo e inversión-, que sólo creció el 3%, nueve décimas menos que en el trimestre anterior, mientras que el sector exterior, aunque sigue restando al crecimiento, lo hace sólo en tres décimas, su menor aportación negativa en seis años.
Los hogares españoles siguen moderando notablemente su consumo -creció sólo el 1,8%, cinco décimas menos-, empujados por el aumento del desempleo y la menor renta disponible junto con otros indicadores que merman su confianza,
El sector de la construcción, durante años motor económico en España, registra una moderación de su inversión de 2,3 puntos, hasta el 6,3%, debido sobre todo a la inversión en vivienda, que cayó el 0,2% debido a la menor intención de compra y a que se han iniciado menos construcciones de casas.
La inversión destinada a vivienda registró una tasa negativa, del 0,2%, la primera vez que decrece desde el tercer trimestre de 2002.
Compensa esta caída la inversión no residencial y en infraestructuras, que aunque se moderó en un punto creció el 3%.
El Gobierno espera que la aceleración de las licitaciones mejore este dato a partir del segundo trimestre.
Esta menor inversión también se plasma en la actividad del sector constructor, que sólo creció el 1,4%, la mitad que un trimestre antes, mientras que el empleo cayó en este área el 1,1%.
La inversión en bienes de equipo sigue siendo el componente más dinámico del crecimiento, y aunque también se desacelera, más de dos puntos, creció el 6,3%.
Esto no ha impedido que la industria, que se espera sea el relevo a la construcción en el peso del crecimiento, haya visto reducirse su actividad en tres décimas, aunque contrarrestó la del sector energético, que creció el 4%. En ambas áreas el empleo sólo subió el 1,7%.
La rama agrícola y pesquera mejoró su actividad un 3%, aunque registró una destrucción del empleo del 5,2%.
El portavoz del PP en la Comisión de Economía del Congreso, Cristóbal Montoro, dijo que estos datos confirman el estancamiento de la economía, "que se encuentra en punto muerto, con unos motores que no funcionan".
Para las Cámaras de Comercio, es necesario acometer reformas estructurales para afrontar la desaceleración, como incrementar la cualificación y la flexibilidad de los trabajadores, incentivar la inversión en innovación o garantizar los recursos financieros a las pymes que les permitan seguir creciendo.
En opinión de UGT, los beneficios empresariales tienen que contribuir a reactivar la economía y destacó el esfuerzo de los trabajadores que ha contribuido a que las ganancias crezcan más que los costes laborales (9,5 puntos frente a 2,9 en tasa interanual).
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