Este artículo se publicó hace 11 años.
"El copago en farmacia hospitalaria aumentará la mortalidad de los más pobres"
La Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública denuncia que la nueva medida del Ministerio es una "agresión más" para los que menos tienen. El PSOE solicita la dimisión de Ana Mato por &q
Tanto el PSOE como la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública (Fadsp) rechazan el "copago" por los medicamentos que se dispensen en las farmacias de hospitales a enfermos graves o crónicos no ingresados.
"El Gobierno se ceba con los enfermos, castigando y empobreciendo a los más vulnerables", según denuncia en un comunicado la secretaria socialista de Política Social, Trinidad Jiménez, que ha pedido la dimisión de la ministra de Sanidad, Ana Mato. Según Jiménez, "no hay explicación alguna para esta decisión", que ha considerado "inhumana". Mato "se está cargando el sistema público de salud", ha añadido, y es "inadmisible" una "insensibilidad tan grande" con estos enfermos. La carga económica "se multiplica de tal forma" que habrá personas que no podrán hacerle frente", señala Jiménez.
"La ministra Mato compareció ayer en la Comisión de Sanidad del Congreso y no fue capaz de anunciarnos la medida", según el portavoz socialista de Sanidad en el Congreso, José Martínez Olmos.
Por su parte, la Fadsp considera que se trata de "una nueva barrera que dificulta y/o impide el acceso a medicamentos necesarios a los sectores de la población con menos ingresos", lo que genera el "aumento de la morbilidad y de la mortalidad" en los grupos con bajos ingresos y problemas graves de salud. "Se trata de una agresión más del Ministerio de Sanidad", opina esta organización en una nota.
Los pacientes no ingresados deberán asumir una "aportación reducida" desde el 1 de octubre, según publica hoy el BOE, por los medicamentos para tratar enfermedades graves o crónicas que se dispensan en los servicios de farmacia de los hospitales, con un máximo de 4,2 euros por envase.
La ministra de Sanidad, Ana Mato, explicó hace nueve meses en el Congreso que el objetivo es equiparar la receta médica con la orden de dispensación hospitalaria para evitar diferentes interpretaciones jurídicas y clarificar ambos conceptos, y poder seguir avanzando en la implantación de la receta electrónica.
Se trata de reflejar la realidad de la farmacia hospitalaria, que incluye los medicamentos que se dan a las personas ingresadas y los que se dispensan a través de las farmacias de los hospitales, dijo entonces. "En modo alguno -precisó- los pacientes hospitalizados van a tener que pagar nada por los medicamentos que reciba".
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