Este artículo se publicó hace 16 años.
Crece la presión para que se apruebe el plan de rescate de EEUU
La presión sobre el Congreso estadounidense para que apruebe un multimillonario plan de rescate aumentó el viernes, después de que el estancamiento de negociaciones con la Casa Blanca y el mayor cierre de un banco en la historia del país irritaran a los mercados mundiales.
El presidente George W. Bush afirmó que aunque había desacuerdos en algunas partes del plan de rescate de 700.000 millones de dólares, la legislación será finalmente aprobada por el Congreso. "Vamos a tener un paquete aprobado", dijo en una breve declaración en la Casa Blanca.
Sin embargo, legisladores republicanos y demócratas se enfrentaban por el plan, mientras el secretario del Tesoro, Henry Paulson, se enfrascaba en reuniones en el Congreso, en momentos en que las turbulencias en los mercados financieros mundiales se hacían más fuertes.
Autoridades de Estados Unidos cerraron el jueves la entidad de ahorro y préstamo Washington Mutual Inc y sus activos serán vendidos a JPMorgan Chase; mientras que en Europa el grupo belga-holandés Fortis negó que tuviera problemas de liquidez, aunque sus acciones se hundieron un 20 por ciento.
Bancos en el mundo acumulaban efectivo y demostraban una creciente resistencia a prestar dinero, lo que provocaba una subida de las tasas de interés interbancarias a un nivel récord en Londres, en medio de la incertidumbre sobre cuándo finalmente será aprobado el mayor rescate financiero de la historia de Estados Unidos.
"Lo que veremos es a los fuertes fortalecerse y a los débiles ir muriendo", dijo William Smith, presidente de Smith Asset Management en Nueva York.
Los mercados monetarios mundiales se secaban, forzando un incremento de inyecciones de efectivo de parte de los bancos centrales debido a que las tasas para préstamos en dólares seguían altas, en particular para el dinero a tres meses.
El estrés del mercado se agravaba por la cercanía del fin del trimestre, la semana próxima.
Los títulos de Wachovia Corp., el sexto mayor banco estadounidense, llegaron a perder hasta un 35 por ciento. Mientras que los del banco regional del medio-oeste National City Corp se hundieron un 28 por ciento y los de Downey Financial Corp de California cayeron un 38 por ciento.
Las instituciones financieras han estado golpeadas por una creciente ola de ejecuciones hipotecarias e incumplimiento de préstamos, que han generado la peor crisis crediticia en Estados Unidos desde la Gran Depresión de la década de 1930.
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