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La crecida del Ebro afecta a 3.000 hectáreas de cultivo en Novillas, Pradilla, Boquiñeni y Gallur

EFE

Unas 3.000 hectáreas de cultivo han quedado anegadas por la crecida del Ebro en las localidades zaragozanas de Novillas, Pradilla, Boquiñeni y Gallur, según los cálculos de sus alcaldes, aunque ningún casco urbano se ha visto afectado.

Según han informado a Efe fuentes de la Confederación Hidrográfica del Ebro, las previsiones de la crecida se mantienen para la ciudad de Zaragoza, donde alcanzará entre 1.350 y 1.550 metros cúbicos por segundo, con una punta máxima entre las 09.00 y las 12.00 horas de mañana, viernes, y el río mantendrá rangos similares al menos hasta la noche.

En Novillas, según ha indicado a Efe el alcalde, José Ayesa, se han visto afectadas unas 1.500 hectáreas de cultivo de alfalfa, trigo, maíz, habas, brócoli y coliflor, aunque las pérdidas económicas aún están por cuantificar.

"Es una cosas casi asimilada. Todos los años igual, es como una mala costumbre", ha lamentado Ayesa, quien no obstante ha destacado que el casco urbano no se ha visto afectado gracias a los trabajos que desde ayer se han estado llevando a cabo en una mota de contención.

Por su parte, el alcalde de Gallur, Antonio Liz, ha asegurado que la crecida ha afectado "al menos" a mil hectáreas de cultivo de habas, guisantes, trigo y alfalfa, además de a varias instalaciones municipales ubicadas junto al río, como el campo de fútbol, las antiguas piscinas o los merenderos.

Liz ha estimado además que la construcción de una mota y la falta de limpieza del cauce del río son las causantes de que con una riada "menor" como la actual el Ebro alcance unas cotas que antes sólo llegaban con grandes avenidas, lo que hace que el caso urbano siempre "corra peligro".

Por su parte, el alcalde de Pradilla, Luis Moncín, ha apuntado que la crecida ha afectado a entre 150 y 200 hectáreas de campos de maíz y alfalfa.

Mientras, en Boquiñeni ha anegado unas 300 hectáreas, el 90 por ciento de alfalfa, según el alcalde, Juan Manuel Sanz, quien ha subrayado que lo principal en este caso es salvaguardar el casco urbano.

"Ya no sabemos qué hacer, porque todos los años nos pilla el río", ha lamentado Sanz, quien ha asegurado que no pueden adoptar ninguna medida "más que rezar lo que sepamos para que no rompa la mota de seguridad y se inunde el casco urbano".

Por su parte, el alcalde de Zaragoza, Juan Alberto Belloch, ha destacado, en declaraciones a los medios, que si acierta la previsión las consecuencias de la crecida en la ciudad serán "realmente mínimas".

Sólo se verá afectado, en los edificios de la Expo, el sótano de la Torre del Agua, por el nivel freático del río, y las antiguas plazas temáticas, pero no inundará ni el Centro Natación Helios ni la arboleda de Macanaz, según Belloch.

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