Ni la costosísima reestructuración del sistema financiero, ni la bajada de los tipos de interés del Banco Central Europeo, ni el inicio de la recuperación anunciado por el Gobierno han conseguido, de momento, que vuelva a crecer el crédito en España. Los últimos datos oficiales apuntan más bien todo lo contrario: el volumen de los préstamos que las entidades tienen concedidos continúa bajando, debido en parte también al proceso de desendeudamiento de familias y empresas.

Pese a las campañas con las que algunos de ellos publicitan su disposición a dejar dinero tras las fuertes restricciones registradas en los años más duros de la crisis, lo cierto es que ni siquiera los grandes bancos han aumentado su cartera de créditos. Los balances más recientes de Santander, BBVA, Caixabank, Bankia y Popular reflejan incluso una involución, a la que sólo escapa el Sabadell, cuyo saldo vivo de préstamos era en agosto un 4% superior al del mismo mes de 2013.

Estas seis entidades, que prácticamente copan el mercado del crédito en España, tienen concedidos 926.578 millones de euros, según datos de la Asociación Española de Banca Privada (AEB), a la que pertenecen Santander, BBVA, Sabadell y Popular, y de la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA), en la que siguen Caixabank y Bankia. Dicha cifra es inferior en 44.369 millones a la registrada hace sólo doce meses, lo que equivale a una disminución del 4,5%.

La mayor caída del crédito, en valores absolutos, corresponde a Caixabank, con 13.295 millones de euros menos, que no le impiden mantenerse en la cabeza del ránking, aunque el BBVA le pisa los talones (207.601 y 205.251 millones, respectivamente). En términos relativos, el retroceso más importante se lo anota el Popular, cuya cartera de préstamos a la clientela se redujo nada menos que un 8,15% entre agosto de 2013 y agosto de 2014.

Llama la atención que un gigante mundial como el Santander no sea más que el tercer banco de España por crédito concedido, con 184.000 millones de euros, casi 25.000 millones menos que Caixabank o el BBVA. También es significativo que Bankia, rescatada so pretexto de proteger a los depositantes y no causar males difícilmente reparables en los circuitos de financiación, haya disminuido el saldo de préstamos en casi 8.000 millones durante el último año, pese a estar en beneficios.