Este artículo se publicó hace 15 años.
La crisis triplicó el ratio medio de morosidad de la gran banca española en 2008
La gran banca española -las cinco principales entidades financieras del país- vio triplicarse en 2008 su ratio medio de mora, que pasó del 0,82% al 2,86%, impulsado, entre otras cosas, por el creciente desempleo y por el deterioro de la economía española, en un momento crítico para la concesión de créditos.
De todas formas, la escalada de la mora no ha terminado, a juzgar por los pronósticos de los expertos de la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA), que creen que podría superar el 6% en 2009, con lo que duplicaría el 3% que marcó en noviembre, según los últimos datos del Banco de España.
De momento, entre estas cinco entidades -Santander, BBVA, Popular, La Caixa y Caja Madrid- es la caja madrileña la que ha cerrado el pasado ejercicio con la mora más elevada, el 4,87%, cinco veces más que el 0,90% de 2007.
Por el contrario, el ratio más "contenido" de las cuentas anuales de los "cinco grandes" fue el del primer grupo financiero español, el Santander, que se situó en el 2,04%, el doble que el 0,95% de un año antes, seguido del BBVA, con una mora del 2,12%, algo más del doble que a cierre de 2007, cuando registró una tasa del 0,89%.
A continuación se situó La Caixa, que cerró 2008 con un tasa de mora del 2,48%, cuatro veces mayor que el 0,55% que registró en 2007, mientras que el Banco Popular registró un índice del 2,81%, más del triple que el 0,83% marcado un año antes.
Y todo esto en un momento en que los mercados interbancarios siguen prácticamente "secos", pese a las medidas de apoyo establecidas por el Gobierno, lo que no anima precisamente a los bancos a abrir el grifo del crédito como en años anteriores, algo que perjudica especialmente a las pequeñas y medianas empresas, muchas de las cuales se ven abocadas al cierre.
Mientras crece el coro de voces que acusan a los bancos de ser prácticamente responsables de la crisis argumentando que tienen una férrea política de concesión de créditos, las entidades esgrimen el actual escenario económico y aseguran que nunca han "cerrado el grifo" de la financiación y que lo que ocurre es que cada vez hay menos "demanda solvente".
El último en hablar fue el presidente del Grupo Santander, Emilio Botín, que ayer dijo que el banco nunca ha dejado de dar créditos, pero siempre a proyectos solventes, puesto que, aseguró "dar créditos de manera irresponsable" haría un "flaco favor" a la economía española y pondría en peligro la solvencia de la banca.
La morosidad de los créditos concedidos por los bancos, cajas y cooperativas que operan en España a empresas y particulares alcanzó el pasado noviembre el 3 por ciento, con lo que volvió a niveles de agosto de 1997 y casi cuadruplicó el ratio del 0,83 por ciento alcanzado en noviembre de 2007.
A pesar de los incrementos en las tasa de mora registrados en los últimos meses, la morosidad que soportan las entidades del sistema español está por debajo de las que se alcanzan en los países del entorno.
Según señalaron fuentes financieras, el Estado y la limpieza de las carteras crediticias hace muy difícil la posibilidad de que las tasas de morosidad lleguen en el medio plazo a las cotas registradas en 1993, cuando se situaron en el 8%, acentuadas por el caso Banesto.
El presidente de Caja Madrid, Miguel Blesa, pronosticó a principios de mes que la tasa de morosidad de la entidad superará el 7 por ciento en 2009, a tenor de las previsiones sobre el paro y la evolución económica.
Banco Santander prevé que sus créditos morosos en España se eleven este año al 4,5% del total, lo que supondrá más que duplicar la cifra de 2008, aunque se mantendrá muy por debajo de la media del sector, que oscilará entre el 7% y el 8% con los datos que maneja.
La última tormenta de declaraciones en cuanto a concesiones de crédito, se desató el miércoles, con las afirmaciones del ministro de Economía, Miguel Sebastián, que dijo que "al Gobierno se le está acabando la paciencia con la banca".
Ante estas palabras, el vicesecretario general del PSOE, José Blanco, aseguró que el PSOE tiene una paciencia "ilimitada" con las entidades financieras, lo mismo que el vicepresidente y ministro de Economía, Pedro Solbes.
Y mientras "escampa" la crisis, los dos gigantes del sistema financiero español han decidido predicar con el ejemplo y reducir el sueldo de algunos de sus principales directivos o consejeros.
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